La revolución radical americana
Murray Rothbard
Especialmente desde principios de la década de 1950, Estados Unidos se ha preocupado por oponerse a revoluciones en todo el mundo; durante este proceso ha generado una historiografía que niega su propio pasado revolucionario. Esta visión neoconservadora, que recuerda al escritor reaccionario pagado por los gobiernos austriaco e inglés de principios del siglo XIX, Friedrich von Gentz, trata de aislar la Revolución Americana de todas las revoluciones que la precedieron y la siguieron en el mundo occidental. La Revolución Americana, sostiene este punto de vista, fue única; fue la única de todas las revoluciones modernas que no fue realmente revolucionaria; por el contrario, fue moderada, conservadora, dedicada sólo a conservar instituciones existentes frente al engrandecimiento británico. Además, como todo lo demás en América, fue maravillosamente armoniosa y consensuada. Al contrario que la malvada Revolución Francesa y otras en Europa, la revolución americana no perturbó ni cambió por tanto nada. Por tanto, no fue realmente una revolución en absoluto; indudablemente, no fue radical.
La educación de un libertario
Peter Thiel
Sigo comprometido con la fe de mis años de adolescente: con la verdadera libertad humana como condición previa para el mayor bien. Estoy en contra de los impuestos confiscatorios, los colectivos totalitarios y la ideología de la inevitabilidad de la muerte para todas las personas. Por todas estas razones, me sigo calificando como “libertario”.
Pero debo confesar que, a lo largo de las dos últimas décadas, he cambiado radicalmente sobre cómo alcanzar estos objetivos. Lo más importante es que ya no creo que libertad y democracia sean compatibles. Analizando la evolución de mi pensamiento, espero mostrar algunos de los retos que afrontan hoy todos los liberales clásicos.
Irak: el infierno intervencionista
Jacob Hornberger
Cuando el vicepresidente Joseph Biden viajó a Irak hace unos días, lo hizo, como siempre, bajo un manto de secreto. Se les pidió a los medios de comunicación mainstream que mantuviesen el viaje en secreto, y estos cumplieron diligentemente. Biden se negó a pasar la noche en Irak, permaneciendo sólo 10 horas antes de viajar rápidamente a Italia, donde presumiblemente durmió sano y salvo.
¿Por qué tanto secreto? ¿Por qué no se quedó Biden en Bagdad unos días, caminó por las calles, hizo algunas compras, visitó a la gente, y recorrió el país? Después de todo, ¿acaso no es este el país que invadió el gobierno de Estados Unidos y cuyo régimen cambió bajo la rúbrica militar “Operación Libertad Iraquí”?¿ No es este el país que el Ejército de Estados Unidos y la CIA ocuparon durante más de 10 años, matando a la gente con impunidad y destruyendo hogares, edificios e infraestructura en el proceso, todo ello con el objetivo de producir un escaparate para el intervencionismo que presentar al mundo?
La OTAN provocó el Brexit
Jacob Hornberger
En sus informes sobre el Brexit, el New York Times hizo una pregunta interesante: “¿Se está deshaciendo también el orden que Estados Unidos y sus aliados impusieron al mundo después de 1945?”
Con suerte, eso significará la desintegración de dos de los aparatos gubernamentales más poderosos y destructivos que surgieron de la posguerra: la OTAN y el estado de seguridad nacional de Estados Unidos. De hecho, aunque los medios de comunicación y las élites de la clase política no lo quieren reconocer, la ironía es que fueron estos dos aparatos los que finalmente condujeron a la votación del Brexit:
El Times señala:
El dinero de los países depende de la fe, el oro no
Peter Schiff
En su blog del 17 de julio, Let’s Get Real About Gold, el autor y columnista del Wall Street Journal, Jason Zweig comparó el interés de los inversores en el oro con la locura de la “Roca Mascota” de la década de 1970, cuando los consumidores se convencieron de que una roca en una caja les proporcionar compañía continua, elevaría su posición social, y les daría algo de qué hablar en las fiestas. Zweig afirma que la fe de los que invierten en oro, que él sostiene es sólo otro mineral inerte con buen marketing, es igualmente irracional, y ha impedido que la gente ponga el dinero en el mercado de valores que es mucho más lucrativo.
El rey de las deudas busca la presidencia
Peter Schiff
Durante una larga entrevista en la CNBC la semana antepasada, Donald Trump, que acababa de convertirse en el candidato republicano, llegó tan cerca del límite como nunca cualquier gran aspirante presidencial lo había hecho al decir que decir que Estados Unidos no es capaz de pagar sus deudas en su totalidad, y que nuestro camino para la recuperación económica podría implicar un poco de dolor para nuestros acreedores. Este momento de candor le hizo ganarse a Trump ser condenado casi tan severamente como lo fue anteriormente por su sugerencia de prohibir a los musulmanes entrar en los Estados Unidos.
Cómo hacer de nuevo realmente seguros los Estados Unidos
Tho Bishop
Hoy empieza la Convención Nacional Republicana en Cleveland, a la que muchos ven como un lugar apropiado para el Partido Republicano moderno. Aunque muchos en la base del partido ven a Trump como un personaje similar a Lebron James, que puede devolver al Partido Republicano a la victoria, el establishment del partido ha considera a Donald más como Johnny Manziel: un mocoso inmaduro y egoísta que no tiene las habilidades que se necesitan para actuar en el gran escenario. Aunque no hay forma de saber dónde acabará el ticket Trump-Pence en noviembre, un gran evento televisivo en prime time parece ajustarse naturalmente al pedigrí de Trump como artista.Como tal, el Equipo Trump ha decidido dedicar cada uno de los días de la convención a un tema concreto desarrollando su ahora icónico “Make America Great Again” [“Hacer de nuevo grandes a los Estados Unidos”] siendo esta noche “Make America Safe Again” [“Hacer de nuevo seguros los Estados Unidos”]. Aunque no hay ninguna razón para esperar ninguna solución real del teatro político del día, consideremos qué hace falta realmente para lograr el objetivo del titular de la noche.
Necesitamos más fronteras y más estados
Ryan McMaken
En el contexto del comercio y la inmigración, a menudo se explica las fronteras como medios para excluir a los trabajadores extranjeros. Pensando de cierta manera, las fronteras ofrecen una oportunidad a los estados para excluir a actores privados, como trabajadores, comerciantes y empresarios. Por el contrario, las fronteras también pueden servir para una función mucho mejor, que se encuentra en el hecho de que representan los límites del poder del estado. Es decir, aunque las fronteras pueden excluir a bienes y personas, también excluyen a menudo a otros estados.
El rol de las utilidades
Walter Williams
Las utilidades son mal comprendidas, vistas como inmerecidas y a veces condenadas como perversas. Quizás por eso la gente a menudo anuncia con reverencia, con un aire de superioridad moral, “Nosotros somos una organización sin fines de lucro.”
Antes de subirse a su gran caballo de la moralidad, deberían recordar que las organizaciones sin fines de lucro han causado algunos de los peores males, pesares y disatisfacciones en el mundo. Después de todo, entre las organizaciones sin fines de lucro están gobiernos opresivos, servicios de correos y la educación pública.
Las utilidades no son un ítem grande en las cuentas de la renta nacional. En 1999, las utilidades después de impuestos constituían aproximadamente el 6% del Producto Interior Bruto (PIB); en comparación, los sueldos constituían más del 60%. Las utilidades (como los sueldos, el interés y la renta) son un componente vital de una economía que funcione armoniosamente.
Necedades económicas
Walter Williams
Cada vez que hay una reunión de la Organización Mundial del Comercio, del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial, montones de idealistas, tontos útiles, aparecen para desmandarse y protestar contra lo que ellos llaman la globalización y explotación capitalista de la gente pobre del Tercer Mundo. Acusan a las corporaciones multinacionales occidentales de explotar a los pobres a través de salarios “de esclavitud” y el trabajo infantil. Examinemos este sinsentido.De acuerdo a la revista The Economist, las corporaciones multinacionales normalmente pagan sueldos que son el doble de los sueldos locales en países del Tercer Mundo, pero que están muy por debajo de los que pagan en países más ricos. Eso, para los manifestantes, es evidencia de la explotación de los pobres, pero ¿es así?
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