Sunday, December 11, 2016

EL REGRESO DEL HIJO PRODIGO



REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela
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Con el estallido de la guerrilla de Chiapas el día 1 de Enero de 1994, se inició el cruel plan de saboteo de las reformas mas agresivas que el país hubiera implementado desde el estallido de la revolución de 1910. Esa fecha coincidía con el evento que le remachaba el último clavo del ataúd a la obsoleta revolución mexicana; el inicio de nuestro acuerdo de libre comercio con la nación mas poderosa del mundo; los Estados Unidos de América. Durante los meses siguientes de ese mismo año arreció la agresión en contra de las primeras reformas liberales estructuradas en México durante el Siglo XX, hasta desembocar en la crisis que postró al país sobre sus rodillas.


En el vía crucis recorrido en los últimos seis años, hemos sido testigos del enfrentamiento de las diversas facciones que se disputan el poder y el control de nuestro país, pero sobre todo, la agresión feroz de los grupos conservadores en contra de los esfuerzos del Presidente Zedillo para continuar con las reformas, lo que en muchos aspectos cruelmente nos ha estancado. Como consecuencia de esto y muchas otras razones edificadas durante los últimos 70 años , en estos momentos México se encuentra ante la histórico evento de atestiguar la toma del poder por un hombre surgido de la oposición por primera vez en casi un siglo. 

No hay duda que durante los seis años de la administración de Zedillo a pesar de su declaratoria de ideales liberales, el plan de transformación de México ha navegado en la borrasca de la frustración, enviando señales contradictorias a la comunidad internacional que se ha visto acosada con crisis financieras en todos los rincones del mundo,---Asia, Japón, Rusia, Brasil etc--- provocado esto confusión tanto a nivel externo como interno. Con el triunfo de Vicente Fox en las históricas elecciones del 2 de Julio, la interrogante del manejo de la política económica de México creció en estatura y en nerviosismo, dada la personalidad tan especial del nuevo Presidente y la gente que lo rodeaba. 

Sin embargo, con el inminente nombramiento de Francisco Gil Díaz como el próximo Secretario de Hacienda, Fox está sin duda enviando un mensaje fuerte y claro a la comunidad internacional y a los propios mexicanos de cual será el manejo de la economía mexicana en los siguientes seis años. El Dr. Gil Díaz es uno de los pocos Chicago Boys que ha participado en los eventos que han esculpido el panorama económico de México en los últimos años, y que en su momento al no estar de acuerdo con la política monetaria del Banco de México, renunció para asilarse en el sector privado. Paco Gil como lo conocen sus amigos, obtuvo su Doctorado en Economía en la prestigiada Universidad de Chicago bajo la mirada vigilante del legendario Milton Friedman.

Como ha sido lo tradicional y era de esperarse, los enguarachados Keynes mexicanos disfrazados de editorialistas, de inmediato iniciaron sus sesudas interpretaciones de este acontecimiento con una serie de análisis que a nuestro amado Cantinflas lo dejarían perplejo. En ellas protestan por el regreso-- según ellos--del neoliberalismo, mezclan el monetarismo con Supply-Side, a Adam Smith con Friedman, Pinochet con Aristóteles, arribando a definiciones con sus tradicionales potajes y pociones que provocan rechinidos en las tumbas de Limantur, Hayek, Von Mises y le chillen los oídos a Milton Friedman. 

A principios de 1989 el entonces Secretario de Hacienda Pedro Aspe y el Subsecretario Gil Díaz, giraron una invitación a miembros de la comunidad financiera y de negocios en México para la presentación de un reporte elaborado por la firma americana Polyconomics de New Jersey. Polyconomics es una empresa encabezada por el controversiál economista, ex editorialista del Wall Street Journal y apóstol del Supply—Side Jude Wannisky. Los meses de investigación del equipo de Polyconomics se condensaba en un bien presentado estudio al que titularon “México 2000.” Dicho documento iniciaba con algo de nuestra historia, una auditoria de los recursos y la situación en esos momentos del país, para terminar con la receta de cambios requeridos para salir de la grave crisis que nos azotaba.

Durante los primeros años de la administración Salinista, la política económica y sobre todo la política monetaria se desarrolló bajo la receta del famoso estudio de Polyconomic, y tal responsabilidad recayó en estos dos economistas educados en los EU; Aspe y Gil Díaz. “México 2000” era el pasaporte del tortuoso pasado del país hacia la modernidad. Un pasaporte que nos llevaría de un Estado incautador, prepotente, propietario, cerrado, autócrata, de una economía colectivista; hacia uno moderno, abierto a la comunidad internacional, al libre comercio, con una economía de mercado, con atractivos fiscales y una moneda fuerte, hacia una economía privatizada y eficiente. 

Aspe y Gil Díaz iniciaron el desarrollo del plan Supply—Side expuesto en el documento con una disciplina espartana y eficiencia magistral, y ya para el año de 1992 se hablaba del “milagro mexicano.” Sin embargo, Gil Díaz se concentró en una parte del proyecto de suma importancia; una reforma fiscal. Gil Díaz haciendo gala de su filosofía Supply—Side, de inmediato promovió el inicio de lo que sería un recorte de impuestos a nivel general, que sin duda vigorizaría la economía mexicana como nunca lo habíamos soñado. En una primera ronda se redujo el IVA y después el Impuesto Sobre la Renta, pero sobre todo, se abolieron todos los impuestos y tarifas de importación abriendo finalmente la economía mexicana a la competencia internacional. 

Gil Díaz fue después transferido al Banco de México enviando la señal a los mercados internacionales de que el legado de moneda fuerte e inflación derrotada, seguiría vigente con la coronación de Paco Gil al retiro de su maestro Manuel Mancera---el verdadero arquitecto del nuevo peso parido en la administración de Salinas---y que ya recuperaba las viejas glorias perdidas. Sin embargo, Gil Díaz quien es conocido por no callar sus desacuerdos, durante los eventos y errores que caracterizaron la debacle del peso en Diciembre de 1994 y todo el año de 1995, expresó abiertamente esos desacuerdos con el Presidente Zedillo y su política de flotación del peso—causa principal de la debacle—lo que le valió perder la gubernatura del banco ante Guillermo Ortiz, y su retiro del Banco de México hacia el sector privado. 

Francisco Gil Díaz es un gran liberal amante de la economía de mercado, enemigo de las devaluaciones y la flotación artificial de las monedas. Enemigo de los impuestos excesivos e incautadores de la riqueza de la sociedad. Fue alumno y admirador de Robert Mundell ganador del premio Nobel de economía en 1999, y junto con Art Laffer considerado el padre de la teoría Supply—Side. Pero creo que el evento que mas nos puede definir de los ideales económicos de este hombre sin duda es su cercanía con el Cato Institute de Washington, tal vez la organización libertaria mas prestigiada del mundo. En el año de 1998, Gil Díaz participó en un interesante evento en el Cato llamado; “Dinero y flujo de capitales en una economía global. ”La participación de Gil Díaz se tituló; “El origen de la crisis financiera mexicana de 1994.”

Pienso que si todos los mexicanos nos diéramos el tiempo de leer la exposición de Don Francisco en el Cato Institute o el reporte “México 2000,” muy claramente podríamos entender la realidad de nuestro México y los eventos que lo han esculpido durante los últimos 12 años, pero sobre todo, hacia donde nos debemos dirigir en este nuevo y confuso panorama de la economía digital y globalizada, pero de tantas aristas y oportunidades. Francisco Gil Díaz ahora como el hijo pródigo regresa al panorama de la política económica de México para disipar las dudas del manejo de parte de la administración Foxista. Que no haya duda Señores; “there is a new sheriff in town,” y ahora sabemos que es un sheriff libertario.

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