Wednesday, October 19, 2016

La historia se repite




“Estos no son tiempos normales y Sonora, al igual que México, no necesita de políticos tradicionales. Necesita visionarios y estadistas. ¿Los tenemos?”
RICARDO VALENZUELA


Danny Hillis

Ante el inminente cambio de gobierno en mi estado de Sonora, hago una reflexión de lo que sucede en un mundo que nadie parece entender. Un mundo que amenaza devorarnos cuando caminamos sus veredas con mapas extraídos de los baúles de un pasado que nos heredara miseria y dolor. Tal vez a nuestros precandidatos les sirva para ventear mejor la aventada y agarrar una buena vereda.
 
Caminamos hacia el final de la primera década del siglo el cual, como letra sagrada, hace realidad las profecías de Davison cuando escribiera: “Cristo, teólogos, filósofos observaron el final de siglo pasado seguros algo anormal se cocinaba en el horizonte. Newton especuló sobre el final del mundo en esta década. Nostredamus anunció el arribo del anticristo. Carl Jung tuvo la visón de una nueva y totalmente inesperada Nueva Era.”

Una gran inseguridad acerca del futuro se expande oscureciendo el optimismo que caracterizó la humanidad los últimos 250 años. En todo el mundo la gente se devela insegura y preocupada. Se lee en sus rostros, se escucha en sus conversaciones, se refleja en sus votos. Así como algo invisible anuncia una tormenta antes de que las nubes aparezcan en el horizonte, el final de esta década dicta la premonición de un gran cambio y se respira en el ambiente.

A medida que la década expira, se aleja de un violento siglo que muchos quisiéramos olvidar. El inicio de la siguiente estará develando una nueva era de la historia: La era del individuo soberano.

LA HISTORIA SE REPITE

Siempre que los cambios tecnológicos han divorciado poblaciones de las seniles fórmulas controlando la economía, los estándares morales, la política, la gente pierde el respeto para quienes comandan las viejas instituciones. Ello se manifiesta aun antes que se desarrolle una nueva y coherente ideología para ejecutar el cambio. Así sucedió a finales del siglo XV cuando la medieval iglesia fuera la institución predominante del federalismo y las monarquías.

La vida de las poblaciones durante ese siglo, fue finalmente saturada por la religión organizada preparando la tormenta perfecta. Al final de esta década, la vida de las sociedades ha sido saturada por la política. En el siglo XV el costo de mantener la religión institucionalizada alcanzaba el extremismo. El costo de mantener el estado y soportar sus cadenas hoy día, alcanza ya los mismos extremos.

La religión ante la revolución de las armas de fuego fue sometida, desprendida de sus ilimitados poderes reduciendo su costo e influencia. Una revolución tecnológica similar está destinada a reducir dramáticamente el poder, la influencia y el tamaño de la nación-estado en las siguientes décadas.

Las manifestaciones de esta descomposición las hemos sufrido los últimos meses. Los cambios tecnológicos están no solamente creando graves crisis fiscales a los gobiernos, están por derribar muchas grandes estructuras. Durante el siglo pasado desaparecieron más de 20 imperios. Los gobiernos deberán adaptarse a la creciente autonomía del individuo sin combatirla. La capacidad de la nación-estado para gravar utilizando sus draconianos impuestos, se ha visto ya disminuida entre un 50 a 70%. Ello tiende a definir jurisdicciones pequeñas más ágiles y exitosas

A medida que la nación-estado se descompone, modernos bárbaros asumen el poder tras bambalinas. Grupos como la Mafia Rusa, Narcotraficantes, terroristas y agencias renegadas de gobiernos en caos, controlan ya gran parte del mundo en donde son la única ley. Estos grupos están mucho más infiltrados en los gobiernos de lo que se piensa. Ellos son micro parásito y se alimentan del moribundo sistema. Ante la violencia y falta de escrúpulos que ejerce un estado en guerra, ellos están respondiendo aun con más fuerza y ferocidad. Su creciente influencia y poder, es la manifestación más clara de la decadencia de la nación-estado y con las armas no serán derrotados.

Lo que atestiguamos en los EU—el eje central de la economía mundial—es la más clara manifestación del proceso de putrefacción de los gobiernos. Los EU, como la Roma de hace 2,000 años, es el centro de la geopolítica mundial. Es por ello que en Sonora tenemos boleto de primera fila para el espectáculo y, al igual que Roma, el abuso de los poderes estatales abre la avenida para el gran cambio liderado por individuo soberano. Pero antes de que la manifestación soberana se asiente, la nación-estado, frente a esa temerosa humanidad, llevará a cabo su última violenta carga tratando de sobrevivir.

No conozco a los aspirantes panistasa la gubernatura de mi estado pero, al igual que hace seis años, me encuentro ante la incómoda situación de alabar a dos de los contendientes priistas. Conozco a Ernesto Gándara y Alfonso Elias y el primer ingrediente que sazona mi entusiasmo, es el afirmar que ambos provienen de cunas ejemplares—como diría el Churi—son toritos de buen registro. Tanto la familia Elias como la Gándara, tienen profundas ligas con la mía propia. El abuelo de Alfonso, don Alejandro Elias, al igual que el mío, Manuel P. Torres, fue pilar en la ganadería sonorense. Su padre, Nacho, es un hombre ejemplar e intachable. El padre de Ernesto, don Cesar Gándara, fue un hombre de vida ejemplar y gran amigo de mi padre. Ambos tienen credenciales que los califican.

Ahora yo pregunto ¿Cuál de estos dos sonorenses tiene las herramientas para someter al tigre? Un estado apuntando hacia una “tormenta mundial sin precedentes.” Una tormenta que para calibrarla debemos escuchar al presidente de Rusia advirtiendo el peligro de las políticas socialistas de Obama. Una tormenta precedida por los trillones de dólares emitidos por el FED los últimos meses apuntando hacia hiperinflación y stagflación. Una tormenta que enfrenta ya abiertamente a los modernos bárbaros con la senil nación-estado. Una tormenta decorada con expertos anunciando la inminente caída del estado mexicano frente al narcotráfico. Una tormenta apuntando hacia la resurrección del viejo nacionalismo y el nefasto mercantilismo.

Cuál de estos dos sonorenses tiene la habilidad para leer el mensaje y asumir el papel del “político asimétrico.” Un papel que facilite el cambio en lugar de resistirlo. Que entienda la vieja nación-estado fallece para darle vida a jurisdicciones más pequeñas y ágiles. Que se asome al estado de New Hampshirepara atestiguar lo que verdaderamente es al federalismo y el culto a la libertad. Un político que no se espante ante las patadas de ahogado de la malherida nación-estado frente a la carga de la libertad y los verdaderos mercados libres.

Estos no son tiempos normales y Sonora, al igual que México, no necesita de políticos tradicionales. Necesita visionarios y estadistas. ¿Los tenemos?

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