Monday, October 31, 2016

CONVERSACIONES CON EL TIO GILBERTO. Un liberal mexicano XXIII



REFLEXIONES LIBERTARIAS
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Prosigue Toño y me dice. Ya en tus escritos has narrado infinidad de acontecimientos de la vida de don Gilberto, y no voy a repetirlos. Al terminar mis estudios precisamente en Douglas, lo cual ya me daba la ventaja de hablar inglés, animado por la oferta de Don Gilberto me trasladé a la ciudad de Mexico en el verano de 1928, con la idea de inscribirme en la Universidad Nacional Autónoma para estudiar derecho. Mi padre le había enviado una carta a tu tío quien se encontraba en Londres como embajador, en la cual le notificaba mi traslado a la capital y le pedía instrucciones para mi aterrizaje en ese mundo nuevo y desconocido para mí. Don Gilberto, de inmediato le respondió y ya para septiembre estaba yo inscrito no en la UNAM, tu tío me había conseguido una beca para asistir a la Escuela Nacional de Jurisprudencia.


En Diciembre de ese año, don Gilberto regresaba de Europa luego de que el Lic. Francisco Escudero le llamara de parte de Calles. Como mi precaria situación no me permitía ir a visitar a mi familia en vacaciones de Navidad, aproveché para pedir una entrevista con don Gilberto y pasar a saludarlo en su casa. Recuerdo perfectamente, era ya finales de diciembre y se acercaba el año nuevo, cuando me encontraba en la pequeña sala de su casa lleno de excitación esperando verlo después de casi 10 años. Hace su entrada tu tío con ese físico impactante que tenía y me saludo con gran afecto; que tal Toño, que gusto verte ¿Cómo están por tu casa? Me impresionaba la gran sencillez de un hombre tan grande. Muy bien don Gilberto le respondo, mi padre le envía muchos saludos.

Platicamos algunos minutos sobre mi nueva vida en la capital y mis experiencias en la escuela de derecho, me narraba algo de su estancia en Londres, cuando me atrevo a preguntarle; Don Gilberto, ¿como ve la situación del país ahora que han asesinado al Gral. Obregón? Guarda silencio unos segundos pero sin poder ocultar una gran tristeza, se compone e inicia: Veo un horizonte muy negro para Mexico me responde, Calles está completamente adueñado del país y el único contrapeso que tenía era la figura del Gral. Obregón, y ahora sin él, siento que se cierra una pinza que ya Calles porta en sus manos para llevar a Mexico hacia una dictadura de grupo que, según me informan, pretende disfrazarla de partido pero con un concepto de cierto monopolio político, y eso me parece fatal.

Ahora Antonio me mira con profundidad. Piensa en una cosa Ricardo, te estoy hablando de acontecimientos sucedidos hace más de 70 años, y don Gilberto, con una visión impresionante ya tenía la imagen de lo que aparecería en la fotografía que todavía no se tomaba. Lo interrumpo. ¿Cuál era la verdadera ideología de mi tío Gilberto? Te pregunto porque en mis apuntes a veces pienso hay algunas contradicciones. Me dirige una mirada de asombro y responde: No muchacho, si algo no tenía don Gilberto Valenzuela, eran contradicciones, era un hombre muy claro y nítido en sus ideas, pero también tienes que entender que era un hombre de su época, y ella, era una de graves luchas intestinas del país entre hombres punto menos que salvajes, de conflictos internacionales precisamente provocados como un movimiento telúrico en busca de ello; una ideología que fuera el mapa para la construcción de sociedades mas justas.

Don Gilberto Valenzuela era antes que nada, un enamorado de la ley y del estado de derecho. Pero sin lugar a dudas, era un gran liberal lo cual en esa época, representaba conceptos diferentes a la que vivimos en estos momentos, como tal vez dentro de cien años los actuales ya no se apliquen. El mundo constantemente se transforma Ricardo, y así debemos también irnos acoplando a esas transformaciones, sin perder nuestra identidad ni nuestras ideas cuando ya estamos convencidos y tanto hemos luchado por ellas. Don Gilberto era lector de las obras de Locke, Rosseau, Montesquieu, Jefferson, Paine, en aspectos filosóficos consumía todas las lecturas de los pensadores griegos, pero en especial de Aristóteles, pero uno de sus libros favoritos, era esa fabulosa obra de Bastiat; La Ley.

El también pensaba el que, los conceptos del liberalismo de los colonos que formaron los EU, no eran aplicables en Mexico puesto que nuestros antecedentes eran completamente diferentes. Ellos habían vivido en un ambiente de verdadera libertad durante siglos y la conocían, la exigían y luego pelearían por ella, mientras que nosotros en Mexico éramos producto de una colonia autócrata, opresora, de ausencia de libertad y en la cual, la gran inquisición había dejado profunda huella. Recuerda que en España desde el siglo XVII se había formado un índice de libros prohibidos en el cual se listaban todas las obras de los grandes liberales. Es decir, en España como en Mexico, no se conocería a Locke, Adam Smith, Jefferson probablemente hasta mediados del siglo XVIII y aun así, con infinidad de restricciones.

Continuaba don Antonio; yo me convertí al liberalismo en esa difícil época en la cual en todo el mundo era atacado, por un solo motivo, y ese motivo se llamaba Gilberto Valenzuela. Cuando yo arribé a la ciudad de Mexico para iniciar mis estudios profesionales, el país ya era gobernado por la constitución de 1917 la cual abolía la verdaderamente liberal de 1857 y, un gran manto de estatismo se extendía sobre el país entero. Calles, cuya ideología era la de mantener el poder, lo hacia de una forma muy astuta, aniquilando la sociedad civil que es el elemento fundamental sobre la cual se construye el liberalismo. Es decir, la sociedad civil es la que debe de mantener el poder, no el gobierno, ni el partido, ni la iglesia, es la sociedad civil de la cual todos formamos parte.

Cuando yo tuve esa entrevista con don Gilberto en diciembre de 1928, unos días después el se reunía con Calles en Cuernavaca, y fue ahí cuando el mismo Calles lo enteraba de la formación del PNR que luego se convertiría en el PRI. Pero esa historia tú ya la conoces, tu tío se rehusó y ello provocó su ruptura total con Calles. Sin embargo, hay muy poca gente que realmente sabe como se manejó esa entrevista, y yo soy uno de ellos. Sí, cuando Calles le hizo el planteamiento, don Gilberto lo rechazó de inmediato y palabras textuales, le dice: General, acuérdese del Plan de Agua Prieta, pero hasta ahí llegan las versiones de los desinformados. Lo que muy pocos saben, es la clase de politica, economía, sociología y relaciones internacionales que acompañó a la negativa de don Gilberto.

A mi don Gilberto Valenzuela me distinguió con eso. Unos días antes de abandonar la ciudad de Mexico para iniciar el proceso de lanzar su candidatura a la presidencia, me platicó con lujo de detalles la forma en la cual se desarrolló esa histórica entrevista que pocos conocen a fondo, y los que la conocen, simplemente la han callado.

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