“Si Enrique Peña Nieto recibe estos mensajes y los toma como objetivos sobre los cuales trabajar en sus primeros meses de gobierno con la misma decisión y valentía que lo ha hecho el presidente ruso, le aseguramos el mismo éxito que en estos momentos está teniendo el presidente Putin.”
RICARDO VALENZUELA
Durante años he sido un inquieto estudioso de la historia revolucionaria y los sucesos de los últimos años tanto de Rusia como de México, y sus increíbles paralelos. Ambos países fueron víctimas de regímenes totalitarios, estatistas y corruptos que provocaran se perdiera el siglo XX. Ambos países, bajo el liderazgo de carismáticos líderes, iniciaron etapas de cambios y reformas que en su momento fueron saboteados por sus “hard liners”. Ambos países han sufrido graves enfrentamientos de las diferentes facciones que han desembocado en retrocesos de sus planes de transformación, provocaron tremendas devaluaciones de sus monedas y, finalmente, graves problemas económicos y sociales.
Recientemente tanto Rusia como México han electo presidentes que han despertado grandes expectativas entre sus ciudadanos. Rusia hace unos meses reeligió a Vladimir Putin, un político que, en su primer término, ante su personalidad introvertida, nadie pudo predecir hacia donde orientaría el futuro de ese gran país. En México hemos elegido el primer presidente priista después de la expulsión de Los Pinos de su partido, y aun cuando el nuevo presidente no tiene nada de introvertido, en estos momentos todavía persiste una gran interrogante de hacia dónde apuntará este joven político.
El Presidente de Rusia, en un audaz movimiento, hace unos meses firmó leyes, acuerdos y decretos que inician el periodo más agresivo de reformas económicas y políticas de la historia moderna de ese país. Ha llamado la atención la forma tan decidida en la que este hombre ha iniciado el ataque de los graves problemas que han afligido a su patria desde que se inició el periodo de vida democrática. Con el agresivo movimiento de su pluma, Vladimir Putin ha empezado a correr el velo del misterio de lo que será su segunda administración, movimiento que ha sido bienvenido por parte de los círculos financieros internacionales. Pensamos que nuestro recién electo Presidente, debería recibir las noticias de Rusia como mensajes de lo que también México urgentemente requiere.
PRIMER MENSAJE PARA PEÑA
En su primer periodo, al paso de algunos meses, la prensa dio a conocer el que Putin mantenía como sus libros de cabecera todas las obras de Ayn Rand —la famosa autora y filósofa del liberalismo, quien fue la mentora de Alan Greenspan— se empezó a correr el velo de esa interrogante. Después apuntaló en todos los puestos de su gabinete económico a una serie de liberales incluyendo a Mikhail Kasyanov como Primer Ministro; Alex Kudrin, Valentin Ulukayev y German Gref como ministros de las diferentes carteras que estarían dictando el futuro económico financiero del país, y como su consejero personal, al radical economista liberal Andrei Illiarionov.
SEGUNDO MENSAJE
En seguida Putin inició un agresivo programa para neutralizar el poder irrestricto que los corruptos gobernadores habían adquirido en los últimos años del desorden nacional (¿suena familiar?). De inmediato inició una ofensiva legal y legislativa contra el gran poder acumulado por esos 89 señores feudales que se habían convertido en dueños de sus Estados. Esto contrasta con la política de líderes anteriores que se habían dedicado a formar alianzas con dichos gobernadores, para de esa forma controlar el país (¿suena familiar?). El nuevo presidente ruso lo ha dicho muy claro, antes de iniciar un verdadero programa de federalismo, él acabará con esa mafia que ha construido fortalezas de abuso y corrupción en sus estados. La actitud de estos caciques, es solamente la rezaga del estado feudal que había privado en todo el país desde la presidencia imperial de Yelsin.
TERCER MENSAJE
El siguiente movimiento del presidente ruso fue el iniciar una reforma fiscal que realmente vigorizara la economía y al mismo tiempo le produjera ingresos al estado. El centro de tal reforma es la creación de un “impuesto fijo” sobre el ingreso de un 13%, que está dirigido a incorporar por primera vez a los rusos de más altos ingresos a la red fiscal. Una segunda ronda de reformas contempla el reducir el impuesto corporativo a un 30%, permitiendo una serie de interesantes deducciones. Finalmente se pretende abolir otra serie de impuestos que sólo han sido una camisa de fuerza para la economía, para de esa forma mantener gravámenes reducidos que permitan al país crecer, y le produzcan al Estado los ingresos necesarios. No hay duda que el presidente Putin se ha convertido a la religión Supply—Side, misma que utilizará para impulsar la grandeza de la economía rusa.
CUARTO MENSAJE
Otro controversial campo en el que ha concentrado su esfuerzo Putin, es el combate a la nueva oligarquía rusa. En su tránsito del comunismo al libre mercado, nacieron una serie de seudo capitalistas que han amasado fortunas ridículas bajo la cobija y protección del estado. El plan de privatizaciones que se llevó a cabo en la administración de Yelsin, ha producido una serie de nuevos billonarios que harían palidecer a Bill Gates y los Rockefeller. Pero el lado oscuro de la ecuación, es que dichas fortunas no se construyeron a base de trabajo y esfuerzo, sino en una amafiada relación con el gobierno (¿suena familiar?). Esos oligarcas han tenido secuestrada la economía rusa y no han dejado el ingreso se reparta de acuerdo a la mano invisible de los mercados. Putin se ha propuesto el desactivar ese capitalismo crony, para ir hacia una verdadera economía de mercado incluyente. Ya tiene a varios tras las rejas.
QUINTO MENSAJE
Finalmente, Putin en esta segunda etapa de su gobierno se propone también iniciar un plan de ataque frontal a la delincuencia, al crimen organizado y desorganizado y la corrupción. Este plan no incluye una guerra sangrienta y total, lo que incluye es una reforma integral del sistema judicial —para lo que ha contratado especialistas americanos— para instituirlo a imagen y semejanza del sistema inglés de juicio y jurado, presunción de inocencia, apelaciones etc., pero sobre todo, el sistema en manos de gente honesta, decente y bien pagada. Se propone también el llevar a cabo una verdadera transformación de la policía nacional para hacerla eficiente, profesional y “vacunada contra sobornos.” Este programa lo está ligando con su plan de educación que pretende, en el largo plazo, formar servidores públicos con una actitud y valores diferentes.
Si Enrique Peña Nieto recibe estos mensajes y los toma como objetivos sobre los cuales trabajar en sus primeros meses de gobierno con la misma decisión y valentía que lo ha hecho el presidente ruso, le aseguramos el mismo éxito que en estos momentos está teniendo el presidente Putin, quien ya goza de una popularidad de casi un 80% entre el pueblo ruso. Y mientras el mundo occidental, completamente engañado, piensa Putin es el heredero de Stalin, Rusia silenciosamente progresa en paz y en libertad bajo su grito de batalla: “La única tiranía en Rusia, es la tiranía de la ley”.
Durante años he sido un inquieto estudioso de la historia revolucionaria y los sucesos de los últimos años tanto de Rusia como de México, y sus increíbles paralelos. Ambos países fueron víctimas de regímenes totalitarios, estatistas y corruptos que provocaran se perdiera el siglo XX. Ambos países, bajo el liderazgo de carismáticos líderes, iniciaron etapas de cambios y reformas que en su momento fueron saboteados por sus “hard liners”. Ambos países han sufrido graves enfrentamientos de las diferentes facciones que han desembocado en retrocesos de sus planes de transformación, provocaron tremendas devaluaciones de sus monedas y, finalmente, graves problemas económicos y sociales.
Recientemente tanto Rusia como México han electo presidentes que han despertado grandes expectativas entre sus ciudadanos. Rusia hace unos meses reeligió a Vladimir Putin, un político que, en su primer término, ante su personalidad introvertida, nadie pudo predecir hacia donde orientaría el futuro de ese gran país. En México hemos elegido el primer presidente priista después de la expulsión de Los Pinos de su partido, y aun cuando el nuevo presidente no tiene nada de introvertido, en estos momentos todavía persiste una gran interrogante de hacia dónde apuntará este joven político.
El Presidente de Rusia, en un audaz movimiento, hace unos meses firmó leyes, acuerdos y decretos que inician el periodo más agresivo de reformas económicas y políticas de la historia moderna de ese país. Ha llamado la atención la forma tan decidida en la que este hombre ha iniciado el ataque de los graves problemas que han afligido a su patria desde que se inició el periodo de vida democrática. Con el agresivo movimiento de su pluma, Vladimir Putin ha empezado a correr el velo del misterio de lo que será su segunda administración, movimiento que ha sido bienvenido por parte de los círculos financieros internacionales. Pensamos que nuestro recién electo Presidente, debería recibir las noticias de Rusia como mensajes de lo que también México urgentemente requiere.
PRIMER MENSAJE PARA PEÑA
En su primer periodo, al paso de algunos meses, la prensa dio a conocer el que Putin mantenía como sus libros de cabecera todas las obras de Ayn Rand —la famosa autora y filósofa del liberalismo, quien fue la mentora de Alan Greenspan— se empezó a correr el velo de esa interrogante. Después apuntaló en todos los puestos de su gabinete económico a una serie de liberales incluyendo a Mikhail Kasyanov como Primer Ministro; Alex Kudrin, Valentin Ulukayev y German Gref como ministros de las diferentes carteras que estarían dictando el futuro económico financiero del país, y como su consejero personal, al radical economista liberal Andrei Illiarionov.
SEGUNDO MENSAJE
En seguida Putin inició un agresivo programa para neutralizar el poder irrestricto que los corruptos gobernadores habían adquirido en los últimos años del desorden nacional (¿suena familiar?). De inmediato inició una ofensiva legal y legislativa contra el gran poder acumulado por esos 89 señores feudales que se habían convertido en dueños de sus Estados. Esto contrasta con la política de líderes anteriores que se habían dedicado a formar alianzas con dichos gobernadores, para de esa forma controlar el país (¿suena familiar?). El nuevo presidente ruso lo ha dicho muy claro, antes de iniciar un verdadero programa de federalismo, él acabará con esa mafia que ha construido fortalezas de abuso y corrupción en sus estados. La actitud de estos caciques, es solamente la rezaga del estado feudal que había privado en todo el país desde la presidencia imperial de Yelsin.
TERCER MENSAJE
El siguiente movimiento del presidente ruso fue el iniciar una reforma fiscal que realmente vigorizara la economía y al mismo tiempo le produjera ingresos al estado. El centro de tal reforma es la creación de un “impuesto fijo” sobre el ingreso de un 13%, que está dirigido a incorporar por primera vez a los rusos de más altos ingresos a la red fiscal. Una segunda ronda de reformas contempla el reducir el impuesto corporativo a un 30%, permitiendo una serie de interesantes deducciones. Finalmente se pretende abolir otra serie de impuestos que sólo han sido una camisa de fuerza para la economía, para de esa forma mantener gravámenes reducidos que permitan al país crecer, y le produzcan al Estado los ingresos necesarios. No hay duda que el presidente Putin se ha convertido a la religión Supply—Side, misma que utilizará para impulsar la grandeza de la economía rusa.
CUARTO MENSAJE
Otro controversial campo en el que ha concentrado su esfuerzo Putin, es el combate a la nueva oligarquía rusa. En su tránsito del comunismo al libre mercado, nacieron una serie de seudo capitalistas que han amasado fortunas ridículas bajo la cobija y protección del estado. El plan de privatizaciones que se llevó a cabo en la administración de Yelsin, ha producido una serie de nuevos billonarios que harían palidecer a Bill Gates y los Rockefeller. Pero el lado oscuro de la ecuación, es que dichas fortunas no se construyeron a base de trabajo y esfuerzo, sino en una amafiada relación con el gobierno (¿suena familiar?). Esos oligarcas han tenido secuestrada la economía rusa y no han dejado el ingreso se reparta de acuerdo a la mano invisible de los mercados. Putin se ha propuesto el desactivar ese capitalismo crony, para ir hacia una verdadera economía de mercado incluyente. Ya tiene a varios tras las rejas.
QUINTO MENSAJE
Finalmente, Putin en esta segunda etapa de su gobierno se propone también iniciar un plan de ataque frontal a la delincuencia, al crimen organizado y desorganizado y la corrupción. Este plan no incluye una guerra sangrienta y total, lo que incluye es una reforma integral del sistema judicial —para lo que ha contratado especialistas americanos— para instituirlo a imagen y semejanza del sistema inglés de juicio y jurado, presunción de inocencia, apelaciones etc., pero sobre todo, el sistema en manos de gente honesta, decente y bien pagada. Se propone también el llevar a cabo una verdadera transformación de la policía nacional para hacerla eficiente, profesional y “vacunada contra sobornos.” Este programa lo está ligando con su plan de educación que pretende, en el largo plazo, formar servidores públicos con una actitud y valores diferentes.
Si Enrique Peña Nieto recibe estos mensajes y los toma como objetivos sobre los cuales trabajar en sus primeros meses de gobierno con la misma decisión y valentía que lo ha hecho el presidente ruso, le aseguramos el mismo éxito que en estos momentos está teniendo el presidente Putin, quien ya goza de una popularidad de casi un 80% entre el pueblo ruso. Y mientras el mundo occidental, completamente engañado, piensa Putin es el heredero de Stalin, Rusia silenciosamente progresa en paz y en libertad bajo su grito de batalla: “La única tiranía en Rusia, es la tiranía de la ley”.
No comments:
Post a Comment