El Papa, pobreza, inmigración, y sacrificio como fin en sí mismo
The Wall Street Journal
ha publicado un buen artículo a favor de la inmigración en sus páginas
editoriales, y uno de sus excelentes comentarios tiene que ver con la
cruzada anti-capitalista del Papa:
“Aquí tenemos a un Papa latinoamericano que reconoce que los inmigrantes están migrando hacia el norte, hacia los Estados Unidos, y no al revés. Estamos hablando de los mismos Estados Unidos que practican esa economía capitalista que el Papa ha vilipendiado en tantas otras ocasiones. Algo moral debe tener la economía de libre mercado para crear tanta oportunidad y atraer a tantos pobres del mundo”.
Fronteras a la Prosperidad
En
la incesante búsqueda de la prosperidad, desde tiempos remotos los
hombres han cooperado entre ellos para lograr sus objetivos. La historia
del progreso humano no puede ser entendida sin la división del trabajo,
que permite alcanzar metas que de forma individual resultarían
imposibles.
La acumulación y la transmisión del
conocimiento, la eficacia y la eficiencia en el proceso de producción,
la especialización y el ahorro de recursos son, entre otras, ventajas
innegables de la colaboración voluntaria entre los hombres, y el
beneficio mutuo es el único resultado de dicha relación.
Capitalismo = único sistema moral
Debate 1984 – Capitalismo vs Socialismo: ¿Cuál de ellos es el sistema social *moral*?
– ver video aquí –
traducción de la presentación inicial de Leonard Peikoff, min. 11:05 a 19:35 aprox. del debate.
“Buenas noches, damas y caballeros.
Nuestro tema esta noche es: “Capitalismo vs Socialismo: ¿Cuál de estos
sistemas es *moral*?” Para responder a ello, tenemos que saber qué es
moralidad. ¿Cuál es el criterio ético que vamos a usar para juzgar un
sistema político? No podemos simplemente asumir que todo el mundo lo
sabe, o que está en la Biblia. Tenemos que empezar presentando y
validando lo que entendemos por moralidad, porque eso es lo que va a
decidir este debate.
Nuestro lado mantiene que el criterio de
moralidad es la vida del hombre, aquello que el hombre requiere para
sustentar su propia vida. Lo que el hombre requiera, por su naturaleza,
para poder sobrevivir, es lo que consideramos lo bueno, o lo moral.
Los alarmistas de la desigualdad
Los alarmistas de la desigualdad, ¿quieren la igualdad total?
En el libro “Equal Is Unfair: American´s Misguided Figh Against Income Inequality” (Igual es injusto: la errada lucha en USA contra la igualdad salarial),
argumentamos que la campaña para erradicar la desigualdad económica es
injusta. Una de las reacciones de gente que sólo ha visto el título del
libro (y alguna crítica) es decir que estamos atacando a un hombre de
paja. “Nadie defiende la igualdad económica total”, dicen.
Para empezar, no es cierto que nadie
quiera la igualdad total. El Kmehr Rouge de Camboya ciertamente buscaba
la igualdad total, como han hecho muchos filósofos. Las corrientes
modernas no proponen que el gobierno elimine completmente cualquier
desigualdad económica, pero sí dicen que debe actuar para reducirla (y
se obstinan en no decirnos cuánta desigualdad están dispuestos a
tolerar).
Igualitarismo
El
igualitarismo es la creencia en la igualdad de todos los hombres. Si la
palabra “igualdad” la tomamos en cualquier sentido serio o racional,
entonces la cruzada por esa creencia está atrasada en por lo menos un
siglo: los Estados Unidos de América hicieron que se convirtiera en un
anacronismo, al establecer un sistema basado en el principio de los
derechos individuales. “Igualdad”, en un contexto humano, es un término
político: significa igualdad ante la ley, la igualdad de derechos
fundamentales inalienables que todo hombre posee en virtud de haber
nacido como ser humano, derechos que no pueden ser violados o derogados
por instituciones hechas por el hombre, tales como títulos de nobleza o
una división en castas establecidas por ley, con privilegios especiales
concedidos a unos y negados a otros. El auge del capitalismo arrasó
todas las castas, incluyendo las instituciones de aristocracia y de
esclavitud o servidumbre.
Pero ese no es el significado que los altruistas atribuyen a la palabra “igualdad”.
Monopolios
El
supuesto objetivo de las leyes anti-monopolio (“antitrust”) fue
mantener la competencia; ese objetivo estaba basado en la falacia
socialista de que un mercado libre, no regulado, conduce inevitablemente
a la creación de monopolios coercitivos. Pero, de hecho, ningún
monopolio coercitivo ha sido jamás establecido, y nunca lo será, a
través del libre comercio en un mercado libre. Todos los monopolios
coercitivos han sido creados por la intervención del gobierno en la
economía: por privilegios especiales tales como franquicias o subsidios,
privilegios que impidieron la entrada de otros competidores en un campo
determinado, por medio de acción legislativa. (Para una demostración
completa de este hecho, os remito a las obras de los mejores
economistas.)
+ + +
No comments:
Post a Comment