Wednesday, November 2, 2016

BLANCA BARBA Y TANTO ENANO



REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela
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            Hace unos días, provoqué cierta tolvanera cuando después de un viaje de Tucson a Hermosillo, dedicara un escrito a la Fellínica aventura que viví para poder penetrar mi país. He recibido infinidad de mensajes solidarios ante el enanismo burócrata mexicano. Sin embargo, me llegan algunos exhibiendo su molestia y de forma poética, proceden luego a desenvolver una larga lista del por qué, no sólo rechazan mi critica, ofendidos defienden el honor patrio con ese gran orgullo de: “México RA, RA, RA.”


            Uno de tantos orgullos sonorenses ignorados, es el gran escritor Oscar Monroy, quien, siendo yo estudiante en el Tecnológico de Monterrey, publicó un librillo que me impactara como pocos: “El Mexicano Enano.” Ahora pienso que fue un preludio para el famoso éxito internacional; “El Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano,” pues la obra de Monroy, casi 30 años anterior a la de Vargas Llosa, Montaner y Apuyelo, describía al clásico mexicano en toda su enanismo espiritual, lo cual, se pudiera aplicar al latinoamericano en general.

            Al abrirlo, me impactó primero con una cita de Víctor Hugo: “El enano dispone de un medio excelente para ser mayor que un gigante: consiste en encaramarse sobre sus hombros.” Continuaba con otra del mismo calibre: “La turba eterna con el mismo rostro. Las mismas manos en el mismo cuerpo, las mismas risas y las mismas ansias; eunucos los anhelos, enanos los ideales. ¡Y castrada la palabra como un remedo firme de su alma!”

Cierra la introducción con las palabras del escritor argentino, Eduardo Mella:

            “Este país es un gran pájaro dormido que necesita sacudirse para levantar el vuelo. Todo el país parece configurado en la pequeña danza de unos cuantos administradores vetustos que hacen las veces de gobierno, en unos cuantos ambiciosos que hacen las veces de acción, en unos cuantos filisteos que hacen las veces de cultura. El país sufre eso con asco. El país es un pájaro adormilado que necesita sacudirse y levantar el vuelo.”

            Pero a más de 30 años de distancia, el país aun no puede levantar el vuelo. Han sucedido tantas cosas en esas tres décadas transformando al mundo: Los EU, fueron de un PIB de 3.5 trillones a estar arribando en estos momentos a los 12 trillones. Nació la Unión Europea. La Unión Soviética se desmoronó y emergen hoy países como Estonia, para identificarse como los nuevos tigres europeos. Inglaterra desactivó la madeja socialista que la postraba en estado comatoso. Mandela se convirtió en presidente de Sudáfrica. Irlanda abandonó el subdesarrollo al igual que Chile, la India y China se convirtieron al capitalismo.

Porque el mexicano es ostra. Molusco humano de concha reforzada. Fuerte resistente, vigoroso. Soporta, en el mar de nuestras existencias, tormentas y ciclones sin abrirse a la realidad. Sigue en su concha. Doble, de concreto que parece moverse en el vaivén de las mareas. Está hecha para descansar en el fango del mar humano. Todos ellos en grupo, se suministran a si mismos la brillante perla de su cobardía y pusilanimidad. Esa misma concha les da la unión, la fuerza y toda la solidaridad necesaria para no dejar elevar el momento histórico de la averiada patria.  

De los mensajes recibidos, algunos cargan profundo significado y vale la pena analizarlos. Uno de los más interesantes, es el de un buen amigo quien conoce las dos culturas y tiene las dos sangres: la de México y el de los EU. De forma asertiva, acuerda conmigo puesto que él ha tenido infinidad de experiencias similares. Pero su mensaje se torna preocupante cuando afirma, y con toda razón, hay mexicanos que aceptan estas emboscadas burocráticas como algo natural: “business as usual.” Algo que ahí está, y con resignación debemos de aceptar como otro mas de los designios de Dios.

Ahora, combinado con otro acompañado de un excelente escrito de la periodista Denisse Dresser, tendremos material para construir un impresionante edifico de diferentes dimensiones y semblantes. La señora Dresser nos presenta una radiografía de la situación actual del país, tan real, que produce escalofríos. Pero el mensaje más impactante de doña Denisse, es algo que los liberales hemos gritado con pasión durante tantos años: Para que haya progreso y libertad, debe de haber propietarios y propiedad, puesto que, nadie cuida ni cultiva lo que no es suyo.

Escribe Denisse: “Y durante demasiado tiempo, México ha sido un país rentado a sus habitantes. Ha pertenecido a sus líderes religiosos y a sus tlatoanis tribales, a sus colonizadores, a sus liberales y a sus conservadores y a sus dictadores y a sus priistas y a sus presidentes imperiales y a su intelligentsia y a sus partidos y a sus élites. No a sus ciudadanos. Por eso pocos lo cuidan. Pocos lo sacuden. Pocos lo aspiran. Pocos lo lavan. Pocos lo enceran. Pocos piensan que es suyo. Pocos lo tratan como si lo fuera. Porque como dice Larry Summers, presidente de la Universidad de Harvard, nadie nunca ha lavado un carro rentado”

Mientras los mexicanos no rescatemos la propiedad del país del largo secuestro de parte de esa intelligentsia, no podremos cultivarlo como cultiváramos nuestra propia milpa y cosecharemos lo mismo. Termina Denisse: “La luz al final del túnel sólo ilumina el tren a punto de arrollar a quienes no pueden eludir su paso. El país siempre pierde. Los mexicanos siempre se tiran al vacío desde el Castillo de Chapultepec y no logran salir de allí. Por ello es mejor callar. Es mejor ignorar. Es mejor emigrar.”

Pues yo no callo, yo no ignoro, pero si emigro, o mas bien, semi emigro puesto que vivo en la zona de frontera y desde mi trinchera, no ignoro, señalo, no callo, grito, y compartiendo residencias, mi grito no es como el de los quijotes teatrales que sólo defienden a su Dulcinea cuando las luces están prendidas.

Pero mi grito no es contra todos, es contra ese mexicano enano irreversible emergiendo de las blancas barbas de Fidel. Ese a quien nada ni nadie tiene capacidad de cambiarlo. Porque la petrificación de su cerebro y de su piel, supera todas las posibilidades de la sabiduría para auxiliarlo. Ese enano que montado sobre alguien utilizando un potente amplificador grita: “Arriba y adelante, el petróleo es nuestro y lo demás es un complo”…y en especial, para quienes lo permitimos.

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