Tuesday, November 8, 2016

China ¿la nueva amenaza? (II)





“China podría abandonar su compromiso de estabilidad cambiaria en un deliberado movimiento para ampliar sus oportunidades en este nuevo mercado global. En cualquier caso, el desastre resultante proporcionaría un golpe sumamente grave al mercado financiero internacional, y de esa forma desestabilizar el comercio mundial.”

RICARDO VALENZUELA
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Solo un mes después, el nuevo gobierno de Zedillo decidió seguir el consejo de la Tesorería de Clinton para devaluar el peso con las desastrosas consecuencias que ya todos conocemos. La devaluación del peso envió a México hacia el abismo de la peor crisis económica de la historia moderna. A pesar de eso, tres años después, tratando de evadir responsabilidad, el Secretario del Tesoro estadounidense, Rubin, culpó a la política anterior de liga del peso con el dólar como causante de tal desastre. En el mes de Febrero de ese año, fue aún más lejos en una comparecencia en el Senado al culpar por la debacle las “políticas equivocadas” de la administración de Salinas, sin aceptar su responsabilidad al haber dejado suelto al verdugo de México, Tailandia, Indonesia etc. etc. Lawrence Summers, quien presionó a Zedillo y a su nuevo Secretario de Hacienda para cometer la barbaridad. 


 
Los eventos en México son particularmente importantes porque nos demuestran muy claro cómo una decisión política llevó al país casi a la ruina, lo regresó a los niveles de vida de hace 40 años, provocó una crisis internacional y estuvo a punto de provocar la caída de las nuevas y frágiles democracias de América Latina y algunos países de Europa Oriental. Los billones de dólares que se le negaron a México de parte de la Tesorería Keynesiana de Clinton (línea de crédito establecida por Bush I), hubieran sido suficientes para evitar la devaluación que devoró la mitad del PIB mexicano, provocó la quiebra de miles de negocios medianos y pequeños, igual provocó la quiebra de la Banca que ahora le cuesta al país más de $100 mil millones de dólares, la mitad de las reservas internacionales y le dio vida al Fobaproa que aún nos acecha para el sacrificio final.
En el frente asiático, el Sr. Rubin y su ayudante, Lawrence Summers, apoyaron las fatales recetas del FMI de seguir devaluando, siempre produciendo los mismos resultados fatales. El inicio de la debacle en la región fue provocada cuando Tailandia devaluó su moneda, el Bath. El Gerente General del FMI en aquella época, Michel Camdessus, confiesa haber presionado a los líderes de dicho país para devaluar, y de esa forma después arrastrar al resto de los tigres que, después de las masacres devaluatorias, quedaron molachos y, en lugar de rugidos, solo podían producir un desgarrador y débil miauuuu.
Si los sabios de la administración de Clinton dicen que fue estúpido tanto de parte de México como de Tailandia el tratar de estabilizar sus monedas con el dólar mientras le aplicaban su receta devaluatoria, ¿cómo puede ser entonces admirable que China ahora haga lo mismo? Tal vez la diferencia que ellos ven son las enormes reservas internacionales de China y, sobretodo, que aparentemente están dispuestos a utilizarlas. Pero el que China tenga esas enormes reservas no establece una diferencia fundamental en principios. China está todavía siguiendo una política monetaria de liga de su moneda con el dólar en los mercados monetarios internacionales. El tipo es fijo no porque el dólar y el renminbi sean participantes en un sistema monetario unificado, o porque la convertibilidad cambiaría está garantizada por ley, ni ciertamente porque los fundamentos económicos de China son los mismos que los de los EU simplemente porque los políticos chinos así lo han decidido y es el arma más poderosa que ahora blanden.
El tipo de cambio permanecerá estable mientras sirva a los propósitos de China. Hasta el día de hoy Beijing ha exitosamente intimidado a los especuladores aparentemente a un costo razonable. Pero otras naciones -por ejemplo Inglaterra en septiembre de 1992-perdió sumas de dinero impresionante participando en ese peligroso juego especulativo cuando fue víctima de ese gánster llamado Soros. Los mercados monetarios internacionales no es lugar para amateurs; China se puede convertir en la víctima inconsciente de los sofisticados jugadores que han visto el arribo de un nuevo jugador con la cartera repleta.
Pero aún más peligroso, China podría abandonar su compromiso de estabilidad cambiaria en un deliberado movimiento para ampliar sus oportunidades en este nuevo mercado global. En cualquier caso, el desastre resultante proporcionaría un golpe sumamente grave al mercado financiero internacional, y de esa forma desestabilizar el comercio mundial. Los mercados financieros internacionales han estado histéricos ante la posibilidad de una devaluación china. La economía de Japón sigue de mal en peor, el Yen sigue cayendo en un abismo, el tambaleante Euro se encuentra en la lona y no se va a levantar, es hora de meter orden en los mercados.
Los verdaderos compromisos se expresan con hechos no palabras. Es urgente un genuino compromiso para lograr una estabilidad internacional de parte de los líderes mundiales, que se encuentran preocupados por el peligroso estado de las relaciones monetarias. Es urgente establecer un sistema monetario ordenado y disciplinado para aislarlo de la política y, de esa forma, restablecer los principios del comercio global. La función básica del dinero es la de proveer una referencia confiable de valor así cualquier sistema nuevo debe incorporar la integridad en su diseño: Una sugerencia; una moneda común e internacional ligada al oro. O ¿es que China ha estado comprando cantidades industriales de oro porque les gusta mucho su color? Cuidado FED, China está armada hasta los dientes.
El continuar con el régimen monetario actual -basado en la retórica, no en reglas claras- es arriesgarnos a futuras debacles económico-financieras como las provocadas por los chicos del FMI a través de sus participaciones en México, Tailandia, Indonesia etc. Es sucumbir a los chantajes de países como China y seriamente perjudicar el proceso de esas naciones que recientemente se han convertido al capitalismo democrático.
Mientras el control de las políticas monetarias permanezca en manos de los burócratas oficiales, el mundo estará en un peligro más grave e inminente que cuando Boris Yeltsin, abotagado de vodka, posaba el dedo en el botón nuclear de la vieja y atrofiada Unión Soviética. O peor, un Echeverría de nuevo en Los Pinos, un López Portillo defendiendo el peso como perro, o tal vez un Peña Nieto atacando frontalmente a la economía mexicana vía sus impuestos pretorianos…..!Cuidado! porque se puede repetir la historia que aconteció en Sonora cuando, Rodolfo Elías Calles, hijo del jefe máximo de la revolución y gobernador en esa triste época, decidió deportar a los chinos que ya controlaban el estado. Solo que los chinos modernos, además de su poderosa arma monetaria, también tienen armas nucleares.

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