“UN HOMBRE ADMIRABLE QUE LIDERÓ LOS EU EN UNA ERA DE GRANDES DIFICULTADES, PERO SIEMPRE BLANDIENDO SU BANDERA DE LIBERTAD E INDIVIDUALISMO QUE LO LLEVARA A PRESENTAR CUENTAS ADMIRABLES DE SU ADMINISTRACIÓN, CONVIRTIÉNDOLO EN HÉROE.”
RICARDO VALENZUELA
“Constantemente escuchamos chistes acerca de Calvin Coolidge, pero deberíamos de reírnos de quienes los hacen porque, si vemos su record, nos daremos cuenta que, en libertad y recortando impuestos cuatro veces, encabezó el periodo más grande de crecimiento económico y prosperidad que hemos conocido. La mayor crítica que recibía es la de “no hacer nada”, quizá esa debería ser la respuesta para el destructivo gobierno.” Ronald Reagan
Uno de los presidentes de los EU más ignorado y desconocido, sin lugar a dudas, ha sido el taciturno Calvin Coolidge. Acabo de leer un excelente libro narrando su vida titulado:
“Coolidge. Un Enigma Americano” y, para mi sorpresa, encontré la vida de un hombre admirable que lideró los EU en una era de grandes dificultades, pero siempre blandiendo su bandera de libertad e individualismo que lo llevara a presentar cuentas admirables de su administración, convirtiéndolo en héroe y ejemplo a seguir de Ronald Reagan.
Coolidge nació en Plymouth, Vermont, en el año 1872. Era hijo de un político de Vermont, estudió derecho en el Amherst College de Massachusetts y empezó a ejercer como abogado en 1897 para lo cual se estableció en Northampton, Massachusetts. En 1898 fue elegido para un cargo en el municipio local y empezó a intervenir activamente en política, uniéndose al Partido Republicano. En 1906 fue elegido para un escaño en el senado del Estado de Massachusetts donde amplió considerablemente su carrera política y en el año 1918, ganó la elección para Gobernador de dicho Estado.
Coolidge ganó fama nacional como Gobernador cuando se enfrentó a una gran huelga de policías en la ciudad de Boston en setiembre de 1919, para lo cual llamó a la milicia local con el fin de que asumiera roles de seguridad urbana y evitar saqueos y violencia que ocurrieron en la ciudad durante las primeras 48 horas de la huelga policial. Su negativa a ceder a la presión de los huelguistas y su posterior rechazo a reincorporarlos a la policía tras el fracaso de la huelga, le otorgó popularidad entre los elementos más conservadores del Partido Republicano. Sus colegas de partido, sin que él lo buscara, lo lanzaron como Vicepresidente de Estados Unidos en las elecciones del año 1920 acompañando al candidato republicano, el senador por Ohio Warren G. Harding.
Elegido Harding el 2 de noviembre de 1920, Coolidge asumió el cargo de Vicepresidente el 4 de marzo de 1921, dedicándose a actividades protocolarias propias de su cargo, aunque forjando al mismo tiempo la imagen pública de un «hombre de pocas palabras», enemigo de dar largos discursos y aficionado a hablar sólo lo necesario e indispensable, quedando hasta ahora la duda sobre si esta conducta era parte de su personalidad o si se trataba de una táctica de imagen ante la opinión pública. Precisamente este rasgo le dio a Coolidge un apodo célebre en la prensa estadounidense: Silent Cal o “Cal el Silencioso”.
En ocasión de un evento social en la Casa Blanca una elegante dama aborda al presidente y le dice: “Sr Presidente, hice una apuesta con los amigos en mi mesa de que yo sería capaz de sacarle más de tres palabras.” Coolidge le responde: “Perdiste.”
Tras la muerte de Harding el 2 de agosto de 1923, Coolidge asumió oficialmente la presidencia dos días después en Washington D.C. Durante la presidencia, Coolidge decidió seguir trabajando con los funcionarios nombrados por su antecesor, tratando de seguir las políticas trazadas por éste, al considerar que debían respetarse los planes del candidato ganador de la presidencia en 1920.
Al acercarse las elecciones a la presidencia de 1924, el Partido Republicano lo designó como candidato el 12 de junio de ese año. Sin embargo, Coolidge pasó por un duro luto personal cuando su hijo de 15 años, Calvin Jr. murió el 7 de julio. Pese al luto, Coolidge participó en las elecciones presidenciales de 1924, venciendo al candidato del Partido Demócrata, con un porcentaje de voto popular del 54% contra el 28.8% del demócrata Davis y el 16.6% del tercer candidato, Robert LaFollette.
Como Presidente, Coolidge demostró su determinación para preservar los viejos preceptos morales y económicos en medio de la riqueza material de la que gozaban muchos estadounidenses durante la década de 1920. Creyente en la libertad de empresa, Coolidge rechazó utilizar el poder federal para mejorar la condición deprimida de los agricultores y de ciertas industrias. Uno de los principales problemas fueron los proyectos para otorgar subsidios agrarios en un intento de compensar la reducción de los precios de los productos agrícolas; pese a esto, Coolidge se negó a aprobar tales subsidios alegando que manipular precios resultaba un peligro para la economía nacional, rechazando aún con mayor énfasis el proyecto de que el gobierno federal comprara la sobreproducción agrícola.
Asimismo Coolidge mostró un sincero interés en promover el laissez-faire en la economía estadounidense, rechazando el intervencionismo estatal en todo lo posible, y reiterando que el crecimiento económico del país experimentado en los felices años veinte debía ser preservado mediante reducciones de impuestos, para con ello promover la industria y el comercio internacional, donde los Estados Unidos se estaban convirtiendo en la primera potencia mundial. Coolidge defendió esta política alegando que, «en definitiva, el NEGOCIO MAS IMPORTANTE del pueblo estadounidense son los negocios» («After all, the chief business of the American people is business»).
De hecho, un rasgo típico del mandato de Coolidge fue que el gobierno federal mantuvo una baja tasa de imposición tributaria que redujo en un 67% al punto que los impuestos sobre la renta gravaban apenas al 2% más rico de la población, en lo cual concordaba con su Secretario del Tesoro, el banquero Andrew William Mellon, miembro de la legendaria familia dueña del Mellon Bank. El gasto del gobierno se redujo en un 25% lo que provocó superávits en el presupuesto, los que fueron utilizados para pago de la deuda federal la cual se redujo considerablemente. El desempleo se ubicaba en 2% y el crecimiento económico cercano al 10%, viajando de 600 Billones de dólares en 1922 a más de 800 Billones en 1929.
En política exterior, Coolidge rehusó que Estados Unidos entrase en la Sociedad de Naciones, de igual modo se negó a otorgar reconocimiento diplomático a la Unión Soviética. En política interior, Coolidge aprobó la Indian Citizenship Act de 1924 que otorgaba plenos derechos de ciudadanía a los miembros de las tribus indias, mientras mostraba su rechazo a la segregación racial, favoreciendo los derechos de la población de raza negra y la minoría religiosa católica.
Tras cumplirse el periodo de su mandato en 1928, Coolidge declinó presentarse de nuevo a la presidencia, pero tampoco ofreció su apoyo a Herbert Hoover, designado como candidato del Partido Republicano para esa elección. Tras su presidencia, Coolidge se retiró a su propiedad rural de Northhampton, Vermont, donde falleció el 5 de enero de 1933
“Constantemente escuchamos chistes acerca de Calvin Coolidge, pero deberíamos de reírnos de quienes los hacen porque, si vemos su record, nos daremos cuenta que, en libertad y recortando impuestos cuatro veces, encabezó el periodo más grande de crecimiento económico y prosperidad que hemos conocido. La mayor crítica que recibía es la de “no hacer nada”, quizá esa debería ser la respuesta para el destructivo gobierno.” Ronald Reagan
Uno de los presidentes de los EU más ignorado y desconocido, sin lugar a dudas, ha sido el taciturno Calvin Coolidge. Acabo de leer un excelente libro narrando su vida titulado:
“Coolidge. Un Enigma Americano” y, para mi sorpresa, encontré la vida de un hombre admirable que lideró los EU en una era de grandes dificultades, pero siempre blandiendo su bandera de libertad e individualismo que lo llevara a presentar cuentas admirables de su administración, convirtiéndolo en héroe y ejemplo a seguir de Ronald Reagan.
Coolidge nació en Plymouth, Vermont, en el año 1872. Era hijo de un político de Vermont, estudió derecho en el Amherst College de Massachusetts y empezó a ejercer como abogado en 1897 para lo cual se estableció en Northampton, Massachusetts. En 1898 fue elegido para un cargo en el municipio local y empezó a intervenir activamente en política, uniéndose al Partido Republicano. En 1906 fue elegido para un escaño en el senado del Estado de Massachusetts donde amplió considerablemente su carrera política y en el año 1918, ganó la elección para Gobernador de dicho Estado.
Coolidge ganó fama nacional como Gobernador cuando se enfrentó a una gran huelga de policías en la ciudad de Boston en setiembre de 1919, para lo cual llamó a la milicia local con el fin de que asumiera roles de seguridad urbana y evitar saqueos y violencia que ocurrieron en la ciudad durante las primeras 48 horas de la huelga policial. Su negativa a ceder a la presión de los huelguistas y su posterior rechazo a reincorporarlos a la policía tras el fracaso de la huelga, le otorgó popularidad entre los elementos más conservadores del Partido Republicano. Sus colegas de partido, sin que él lo buscara, lo lanzaron como Vicepresidente de Estados Unidos en las elecciones del año 1920 acompañando al candidato republicano, el senador por Ohio Warren G. Harding.
Elegido Harding el 2 de noviembre de 1920, Coolidge asumió el cargo de Vicepresidente el 4 de marzo de 1921, dedicándose a actividades protocolarias propias de su cargo, aunque forjando al mismo tiempo la imagen pública de un «hombre de pocas palabras», enemigo de dar largos discursos y aficionado a hablar sólo lo necesario e indispensable, quedando hasta ahora la duda sobre si esta conducta era parte de su personalidad o si se trataba de una táctica de imagen ante la opinión pública. Precisamente este rasgo le dio a Coolidge un apodo célebre en la prensa estadounidense: Silent Cal o “Cal el Silencioso”.
En ocasión de un evento social en la Casa Blanca una elegante dama aborda al presidente y le dice: “Sr Presidente, hice una apuesta con los amigos en mi mesa de que yo sería capaz de sacarle más de tres palabras.” Coolidge le responde: “Perdiste.”
Tras la muerte de Harding el 2 de agosto de 1923, Coolidge asumió oficialmente la presidencia dos días después en Washington D.C. Durante la presidencia, Coolidge decidió seguir trabajando con los funcionarios nombrados por su antecesor, tratando de seguir las políticas trazadas por éste, al considerar que debían respetarse los planes del candidato ganador de la presidencia en 1920.
Al acercarse las elecciones a la presidencia de 1924, el Partido Republicano lo designó como candidato el 12 de junio de ese año. Sin embargo, Coolidge pasó por un duro luto personal cuando su hijo de 15 años, Calvin Jr. murió el 7 de julio. Pese al luto, Coolidge participó en las elecciones presidenciales de 1924, venciendo al candidato del Partido Demócrata, con un porcentaje de voto popular del 54% contra el 28.8% del demócrata Davis y el 16.6% del tercer candidato, Robert LaFollette.
Como Presidente, Coolidge demostró su determinación para preservar los viejos preceptos morales y económicos en medio de la riqueza material de la que gozaban muchos estadounidenses durante la década de 1920. Creyente en la libertad de empresa, Coolidge rechazó utilizar el poder federal para mejorar la condición deprimida de los agricultores y de ciertas industrias. Uno de los principales problemas fueron los proyectos para otorgar subsidios agrarios en un intento de compensar la reducción de los precios de los productos agrícolas; pese a esto, Coolidge se negó a aprobar tales subsidios alegando que manipular precios resultaba un peligro para la economía nacional, rechazando aún con mayor énfasis el proyecto de que el gobierno federal comprara la sobreproducción agrícola.
Asimismo Coolidge mostró un sincero interés en promover el laissez-faire en la economía estadounidense, rechazando el intervencionismo estatal en todo lo posible, y reiterando que el crecimiento económico del país experimentado en los felices años veinte debía ser preservado mediante reducciones de impuestos, para con ello promover la industria y el comercio internacional, donde los Estados Unidos se estaban convirtiendo en la primera potencia mundial. Coolidge defendió esta política alegando que, «en definitiva, el NEGOCIO MAS IMPORTANTE del pueblo estadounidense son los negocios» («After all, the chief business of the American people is business»).
De hecho, un rasgo típico del mandato de Coolidge fue que el gobierno federal mantuvo una baja tasa de imposición tributaria que redujo en un 67% al punto que los impuestos sobre la renta gravaban apenas al 2% más rico de la población, en lo cual concordaba con su Secretario del Tesoro, el banquero Andrew William Mellon, miembro de la legendaria familia dueña del Mellon Bank. El gasto del gobierno se redujo en un 25% lo que provocó superávits en el presupuesto, los que fueron utilizados para pago de la deuda federal la cual se redujo considerablemente. El desempleo se ubicaba en 2% y el crecimiento económico cercano al 10%, viajando de 600 Billones de dólares en 1922 a más de 800 Billones en 1929.
En política exterior, Coolidge rehusó que Estados Unidos entrase en la Sociedad de Naciones, de igual modo se negó a otorgar reconocimiento diplomático a la Unión Soviética. En política interior, Coolidge aprobó la Indian Citizenship Act de 1924 que otorgaba plenos derechos de ciudadanía a los miembros de las tribus indias, mientras mostraba su rechazo a la segregación racial, favoreciendo los derechos de la población de raza negra y la minoría religiosa católica.
Tras cumplirse el periodo de su mandato en 1928, Coolidge declinó presentarse de nuevo a la presidencia, pero tampoco ofreció su apoyo a Herbert Hoover, designado como candidato del Partido Republicano para esa elección. Tras su presidencia, Coolidge se retiró a su propiedad rural de Northhampton, Vermont, donde falleció el 5 de enero de 1933
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