“YA ES HORA DE QUE LOS GOBIERNOS ENTIENDAN QUE EL MEJOR ESTÍMULO PARA LAS ECONOMÍAS ES RODEAR LOS PAÍSES CON ESE MÁGICO HALO DE LA LIBERTAD. LAS ECONOMÍAS NO SE ESTIMULAN EMITIENDO DINERO Y GOBIERNOS GASTÁNDOLO.”
RICARDO VALENZUELA
Hace unos días la bella editora de la página del Wall Street Journal en español, Mary Anastasia O'Grady, publicó un interesante artículo titulado; "México da un mal giro brasileño", en el cual envía un importante mensaje: Por más reformas que se lleven a cabo en el país, México no abandonará la mediocridad mientras no se promueva su libertad económica de forma más amplia y agresiva.
Continúa Mary Anastasia con su advertencia de no caer en el mismo esquema que hoy tiene a Brasil de nuevo en el centro del huracán de los desinfles económicos. El país carioca llevó a cabo una serie de reformas con medias aperturas a la comunidad internacional, lo cual le produjo una avalancha de inversiones y, con ello, esa bonanza transitoria que se siente como el primer trago para el crudo. Sin embargo, las reformas no fueron acompañadas de esa libertad de su aparato productivo que ha hecho grandes a otros países como Chile y, ello, provoca hoy día el regreso a los horripilantes temblores de la cruda de nuevo en la explanada.
La historia nos enseña que el progreso emerge de la libertad y el esfuerzo del individuo para alcanzar sus intereses. La sociedad no es un caos desorganizado de elementos interactuando de forma accidental. Se basa en la lógica y disciplina de instituciones. Cuando esas instituciones emergen como acciones espontáneas de individuos libres, garantizan libertad y progreso. Cuando emergen del poder del gobierno, nos acarrean opresión, corrupción y descomposición en lugar de eficiencia.
Cada vez que leo los encabezados de los diarios del país, me recorre un escalofrío de pies a cabeza ante declaraciones de funcionarios cuando amenazan con sus planes de estímulo para nuestra endémica economía. El Secretario de Comercio y el presidente gritan cómo la construcción del nuevo aeropuerto del DF estimulará la economía.” Por otro lado se anuncia la reactivación de los aranceles a la importación de una infinidad de productos originados en China, dibujando de nuevo el mapa proteccionista de las épocas del nacionalismo revolucionario.
Ya es hora de que nuestros líderes orienten su mirada hacia el ejemplo más patético de lo que producen los siniestros estímulos gubernamentales en las economías; Japón. Después de que los admiradores de ese lejano país anunciaban el derrumbe de los EU ante su avalancha económica, pues según ellos, el capitalismo estatal del oriente era superior a los mercados libres de EU; para que les explotara una burbuja que lo ha postrado en una depresión por más de veinte años.
En este periodo se han activado no menos de 30 planes de estímulo a su moribunda economía, pero siempre sobre la misma línea; gasto e inversión gubernamental. Esto ha provocado en estos momentos cargue sobre sus espaldas una deuda de más de un 200% de su PIB, sus mercados financieros hayan perdido el 70% de su valor, y tengan ya operando un FOBAPROA de más de un trillón de dólares. Los planes estatales de estímulo siguen fluyendo al tiempo que el país continúa en picada.
En México nuestras mercantilistas organizaciones empresariales también han gritado exigiendo los estímulos. Finalmente nuestro honorable Congreso los surte con la remendada Reforma Fiscal al tiempo que le grita; “el petróleo es nuestro", se activa esa reforma energética a medias tintas, el precio de la energía eléctrica aumenta, las conquistas laborales de la revolución son intocables y estallan las avalanchas de corrupción ahora tan de moda, la de los estados liderada ese nueva afrenta por sus reyecitos sexenales.
Desde el nacimiento del mito de cómo el New Deal de Roosevelt “estimulando” la economía rescató a los EU de la gran depresión, ha nacido la compulsión de la “estimulitis.” Lo que omiten exponer nuestros estatistas amigos, es que con la conscripción de 12 millones de soldados y la producción orientada a surtir armamento en la segunda guerra mundial, fue lo que, ante las “estadísticas”, sacó al país del horripilante bache. A eso se le llama destruir para "construir."
Los gobiernos tienen una capacidad infinita para provocar crisis pero ninguna para resolverlas. Sin embargo, a partir del mito Roosveliano el gobierno se ha convertido en el monstruo de mil cabezas dedicado a la estimulitis acompañada del control draconiano de las actividades de la sociedad. Hernando de Soto documentó en Perú la formación de un nuevo negocio. Dedicándole 6 horas diarias, les tomó 289 días con un costo de $1,500 dólares (40 veces el salario mínimo). México no es muy diferente y es por ello es que nace la economía subterránea.
Hace unos años fui invitado para dar una charla en el Tec de Monterrey y el tema fue; “México y el mercado de capitales.” ¿Qué mensaje les podía dirigir a estos jóvenes que se preparan para integrarse a la vida económica de un país que vive para alimentar ese monstruo burocrático que representa el gobierno? Un país que, aun después de cientos de reformas, continúa ubicado en el lugar 58 del índice de libertad económica mundial. En el cual el número de vendedores ambulantes se estima en más de 800,000. En el que operan más de 7,000,000 de micro negocios sin registro alguno.
Pensé que más que llenarles la cabeza de fórmulas para abordar esos mercados en donde existen, debía dejarles el mensaje de tomar la responsabilidad para establecer las condiciones adecuadas y se dé esa formación de capital. Para que ese capital que sea formado al margen de la economía tradicional, en los callejones obscuros de la informalidad tratando de evitar ese vía crucis burocrático pueda mediante el marco legal adecuado ser involucrado al proceso.
“Los marginados del mundo” han creado una economía paralela y controlan activos de más de 10 Trillones de dólares. El valor total de las Bolsas más importantes del mundo; Mas de 20 veces la inversión extranjera en todos ellos; Casi 50 veces los préstamos otorgados por el Banco Mundial durante los últimos 30 años; 95 veces la ayuda de los países desarrollados a los pobres. Ya es hora de que los gobiernos dejen de estorbar con estimulitis, le abran las puertas a ese capital “atorado,” y simplemente se hagan a un lado para que estos creativos empresarios nos rescaten de las garras de esta recesión burocrática. “Presidente Peña; Los changarros ya existen; ahora hay que dejar de joderlos.”
Ya es hora de que los gobiernos entiendan que el mejor estímulo para las economías es rodear los países con ese mágico halo de la libertad. Las economías no se estimulan emitiendo dinero y gobiernos gastándolo como los apaches que, durante finales del siglo XIX atacaban Arizpe, embrutecidos con el Tezguin fruto de sus entradas a Chihuahua. Las economías se estimulan estableciendo un campo adecuado para que los emprendedores se lancen a llevar a cabo sus proyectos. Luego con un estado de derecho que proteja sus actividades.
Hace unos días la bella editora de la página del Wall Street Journal en español, Mary Anastasia O'Grady, publicó un interesante artículo titulado; "México da un mal giro brasileño", en el cual envía un importante mensaje: Por más reformas que se lleven a cabo en el país, México no abandonará la mediocridad mientras no se promueva su libertad económica de forma más amplia y agresiva.
Continúa Mary Anastasia con su advertencia de no caer en el mismo esquema que hoy tiene a Brasil de nuevo en el centro del huracán de los desinfles económicos. El país carioca llevó a cabo una serie de reformas con medias aperturas a la comunidad internacional, lo cual le produjo una avalancha de inversiones y, con ello, esa bonanza transitoria que se siente como el primer trago para el crudo. Sin embargo, las reformas no fueron acompañadas de esa libertad de su aparato productivo que ha hecho grandes a otros países como Chile y, ello, provoca hoy día el regreso a los horripilantes temblores de la cruda de nuevo en la explanada.
La historia nos enseña que el progreso emerge de la libertad y el esfuerzo del individuo para alcanzar sus intereses. La sociedad no es un caos desorganizado de elementos interactuando de forma accidental. Se basa en la lógica y disciplina de instituciones. Cuando esas instituciones emergen como acciones espontáneas de individuos libres, garantizan libertad y progreso. Cuando emergen del poder del gobierno, nos acarrean opresión, corrupción y descomposición en lugar de eficiencia.
Cada vez que leo los encabezados de los diarios del país, me recorre un escalofrío de pies a cabeza ante declaraciones de funcionarios cuando amenazan con sus planes de estímulo para nuestra endémica economía. El Secretario de Comercio y el presidente gritan cómo la construcción del nuevo aeropuerto del DF estimulará la economía.” Por otro lado se anuncia la reactivación de los aranceles a la importación de una infinidad de productos originados en China, dibujando de nuevo el mapa proteccionista de las épocas del nacionalismo revolucionario.
Ya es hora de que nuestros líderes orienten su mirada hacia el ejemplo más patético de lo que producen los siniestros estímulos gubernamentales en las economías; Japón. Después de que los admiradores de ese lejano país anunciaban el derrumbe de los EU ante su avalancha económica, pues según ellos, el capitalismo estatal del oriente era superior a los mercados libres de EU; para que les explotara una burbuja que lo ha postrado en una depresión por más de veinte años.
En este periodo se han activado no menos de 30 planes de estímulo a su moribunda economía, pero siempre sobre la misma línea; gasto e inversión gubernamental. Esto ha provocado en estos momentos cargue sobre sus espaldas una deuda de más de un 200% de su PIB, sus mercados financieros hayan perdido el 70% de su valor, y tengan ya operando un FOBAPROA de más de un trillón de dólares. Los planes estatales de estímulo siguen fluyendo al tiempo que el país continúa en picada.
En México nuestras mercantilistas organizaciones empresariales también han gritado exigiendo los estímulos. Finalmente nuestro honorable Congreso los surte con la remendada Reforma Fiscal al tiempo que le grita; “el petróleo es nuestro", se activa esa reforma energética a medias tintas, el precio de la energía eléctrica aumenta, las conquistas laborales de la revolución son intocables y estallan las avalanchas de corrupción ahora tan de moda, la de los estados liderada ese nueva afrenta por sus reyecitos sexenales.
Desde el nacimiento del mito de cómo el New Deal de Roosevelt “estimulando” la economía rescató a los EU de la gran depresión, ha nacido la compulsión de la “estimulitis.” Lo que omiten exponer nuestros estatistas amigos, es que con la conscripción de 12 millones de soldados y la producción orientada a surtir armamento en la segunda guerra mundial, fue lo que, ante las “estadísticas”, sacó al país del horripilante bache. A eso se le llama destruir para "construir."
Los gobiernos tienen una capacidad infinita para provocar crisis pero ninguna para resolverlas. Sin embargo, a partir del mito Roosveliano el gobierno se ha convertido en el monstruo de mil cabezas dedicado a la estimulitis acompañada del control draconiano de las actividades de la sociedad. Hernando de Soto documentó en Perú la formación de un nuevo negocio. Dedicándole 6 horas diarias, les tomó 289 días con un costo de $1,500 dólares (40 veces el salario mínimo). México no es muy diferente y es por ello es que nace la economía subterránea.
Hace unos años fui invitado para dar una charla en el Tec de Monterrey y el tema fue; “México y el mercado de capitales.” ¿Qué mensaje les podía dirigir a estos jóvenes que se preparan para integrarse a la vida económica de un país que vive para alimentar ese monstruo burocrático que representa el gobierno? Un país que, aun después de cientos de reformas, continúa ubicado en el lugar 58 del índice de libertad económica mundial. En el cual el número de vendedores ambulantes se estima en más de 800,000. En el que operan más de 7,000,000 de micro negocios sin registro alguno.
Pensé que más que llenarles la cabeza de fórmulas para abordar esos mercados en donde existen, debía dejarles el mensaje de tomar la responsabilidad para establecer las condiciones adecuadas y se dé esa formación de capital. Para que ese capital que sea formado al margen de la economía tradicional, en los callejones obscuros de la informalidad tratando de evitar ese vía crucis burocrático pueda mediante el marco legal adecuado ser involucrado al proceso.
“Los marginados del mundo” han creado una economía paralela y controlan activos de más de 10 Trillones de dólares. El valor total de las Bolsas más importantes del mundo; Mas de 20 veces la inversión extranjera en todos ellos; Casi 50 veces los préstamos otorgados por el Banco Mundial durante los últimos 30 años; 95 veces la ayuda de los países desarrollados a los pobres. Ya es hora de que los gobiernos dejen de estorbar con estimulitis, le abran las puertas a ese capital “atorado,” y simplemente se hagan a un lado para que estos creativos empresarios nos rescaten de las garras de esta recesión burocrática. “Presidente Peña; Los changarros ya existen; ahora hay que dejar de joderlos.”
Ya es hora de que los gobiernos entiendan que el mejor estímulo para las economías es rodear los países con ese mágico halo de la libertad. Las economías no se estimulan emitiendo dinero y gobiernos gastándolo como los apaches que, durante finales del siglo XIX atacaban Arizpe, embrutecidos con el Tezguin fruto de sus entradas a Chihuahua. Las economías se estimulan estableciendo un campo adecuado para que los emprendedores se lancen a llevar a cabo sus proyectos. Luego con un estado de derecho que proteja sus actividades.
No comments:
Post a Comment