¿QUE ME VES HIJO DE TUCHI?

REFLEXIONES LIBERTARIAS

Ricardo Valenzuela

Si en estos momentos invadimos algún bar, restaurante o café a lo largo del territorio nacional, los temas discutidos son diversos, pero ocupa importante lugar la inquietud que provoca la iniciada lucha presidencial perfilándose como una guerra a muerte, no sólo entre los partidos, sino hacia su interior. Escucharíamos mexicanos esperando con ansia la toma de posesión del presidente López Obrador, mientras otros visualizan con terror al siguiente engendro de Hugo Chávez en Los Pinos. Otros con pavor adivinan al moderno Echeverría en la figura de Madrazo.

Si nos trasladamos a lugares frecuentados por gente de la base inferior de la pirámide social, escucharíamos miles elaborando planes para sumarse a los ejércitos de ilegales en los EU, en busca de oportunidades que no tienen en su país.

Si la escena se desarrolla en Sinaloa, Jalisco, Tamaulipas o Guerrero, sería la contabilidad de los ejecutados del día en la lucha entre los carteles de la droga. Si cambia a ciudades fronterizas como Juárez, Matamoros o Tijuana, sentiríamos estar en el San Francisco del siglo XIX, famoso por la concentración de gente de todas las avenidas del mundo en busca de fortuna, pero sobre todo, por la ausencia de la ley.

Si viramos el enfoque de nuestra atención al DF, la contabilidad sería para el número de secuestros del día, tal vez a los últimos videos de políticos recibiendo cascadas de dinero a cambio de sus favores. Un poco hacia la periferia, veríamos muchedumbres linchando policías utilizando la hoguera a fuego lento. Tal vez el asesinato del hermano de un ex presidente en medio de oscuras circunstancias; un funcionario de la oficina de la presidencia ligado al narcotráfico.

Nos trasladamos a la diaria conferencia de prensa del pintoresco gobernador del Distrito Federal en la que con su estilo cantinflesco y maquiavélico, en una escena de película de Fellini desliza una amenaza ante la posible “aplicación de la ley,” para revivir a Zapata y apoyado por los macheteros de Atenco, el Barzón y el Frente Francisco Villa, montado en su demencia convertir la ciudad en un campo de batalla, para luego ir a la toma el país ampliando la región autónoma del EZLN de forma similar a la cercenada Colombia.

De ahí nos dirigimos hacia las oficinas del ex partido divino, para encontrar ocupada la silla de mando por un ex gobernador que de la forma más burda robara su elección. Ya instalado en su nueva silla, con tácticas estilo Corleone eliminara a sus enemigos políticos para rodearse de sus capitanes ante los cuales, Luca Brassi, luciría como un inocente acólito de la más cercana capilla. Pero también a la vista encontramos la insurgencia atrincherada, motivados, armados hasta los dientes y decididos a detener esa avanzada.

Pero además esa insurgencia no es cualquier cosa. La columna es sostenida por un afilado grupo de reformadores y mandatarios de importantes estados representando todo el norte del país, y algunos otros del mismo calibre por lo que constituyen una fuerza definitivamente capaz de medirse con las huestes del Capo di Tuti y su Consigieri, en algo que pudiera hacer lucir al Chicago de los años 20, como kermés de algún colegio de monjas.

Ahora nos dirigimos a la sede del Honorable Congreso de la Unión para encontrar una bacanal en la cual, Atila, el Rey de los Hunos, luciría como un Lord Inglés a la hora del té después de un partido de críquet. Observaríamos la concentración más patética de matachines quienes parecen entender la descripción de sus puestos, como las carreras de patinadores combinadas con lucha libre en las que, luego de horas de agredir a otros corredores con todo tipo de armas y sin reglas, el sobreviviente es el gran triunfador.

Preocupados llegamos a la cita con un experto en seguridad, quien nos informa que el narcotráfico ha llegado a niveles que hacen lucir a Colombia como Disneylandia, representando ya una fuerza que rivaliza al estado y diversificando sus actividades, ahora invaden otras líneas controlando el flujo de ilegales hacia el norte, el contrabando de armas hacia el sur.

Madrazo quiere ser presidente y no está dispuesto a ceder ante nada y ante nadie. Si eso requiere enfrentar a la maestra y su sindicato, los reformadores y su fuerza, so be it, como dicen los gringos, mientras que flexionado sus músculos se arremanga la camisa y como afirma Dense Dresser: “con el PRI de Madrazo, México regresa al gobierno con el cual vivió 71 años. Solo peor.” López Obrador con el mismo objetivo en mente, se declara listo para iniciar la ejecución de las tácticas de Hugo Chávez y mantiene sus ejércitos acuartelados con los machetes afilados, el EZLN en alerta, pues para él el estado de derecho es un simple estorbo.

Pero ¿hay antecedente para preocuparnos? Si no queremos ir muy lejos, baste recordar la pesadilla de 1994 con la debutante guerrilla, los asesinatos políticos, las fugas de capital, cerrando esa primera fase con la devaluación de Diciembre que asomara al país a un precipicio sin fondo. Luego la segunda con el hercúleo rescate de parte de los EU, la estampida de lo que se estima mas de un millón de ilegales, sólo en 1995, y el FOBAPROA.

Emerge un reporte titulado; “México en caída libre.” La Heritage Foundation publica su reporte anual de avances en la libertad económica en la que México ocupa el #65. El World Economic Forum informa que el país ha perdido competitividad debido a la inhabilidad del gobierno de avanzar en sus reformas y, de ocupar el lugar #33 en el 2000, pasa ahora al #56.

La OECD en su evaluación educativa de los países miembros, sitúa a México en el último lugar. En otro reporte de la firma AT Kearney, informa que México cayó de ser el #2, al #22 en cuanto a la preferencia de la inversión mundial. Transparencia Internacional ubica a nuestro país en el sitio 67 en lo relativo a niveles de corrupción, comparable con países africanos, mientras otro reporte lo ubica como el #2 del mundo en secuestros en la retaguardia de Colombia, pero se estima este año ocupe el #1. Finalmente, México es el país #3 de residentes billonarios, más que en Alemania, Francia o Inglaterra, los que controlan el 5% del PIB.

Ante este panorama, el Director de la CIA informa al senado estadounidense el que la situación es preocupante y VOALA, explota el orgullo y la soberanía nacional para de inmediato provocar respuesta de todos los sectores, y casi a punto de correr al embajador reclamando al nuestro les gritamos: “conmigo no te metas.” Será que hemos llevado el concepto de soberanía y las relaciones diplomáticas hasta un nivel de “¿Qué me miras hijo de tuchi?”