Wednesday, November 2, 2016

¿BANCO REGIONAL DE SONORA?



REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela Torres
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Con el grito “nos saquearon, no nos volverán a saquear,” en Septiembre de 1982 José López Portillo inició la destrucción de uno de los pilares de la estructura económica del país; el sistema bancario que había sido el orgullo de México durante mas de un siglo. Rehuyendo su responsabilidad histórica, y culpando a todo mundo por los fracasos de su inepta administración, López Portillo procedió a la expropiación de la Banca mientras el Congreso ovejuno aplaudía fervientemente esa traición a la patria, el mismo Congreso que después aplaudió la fraudulenta privatización.


 
Durante los siguientes diez años, la banca mexicana se convirtió---cómo todo lo que maneja el gobierno---en el refugio de políticos hambrientos de dinero fácil, poder. La columna vertebral de la economía del país se convirtió en una dependencia más del inepto gobierno revolucionario que ahora atentaba en contra de la estructura fundamental de la sociedad mexicana. Durante diez años sistemáticamente se llevó a cabo la destrucción de la Banca mexicana, una expansión irresponsable del crédito, y más dramático, la desaparición de toda una generación de verdaderos banqueros, y el abandono total de la empresa mediana y pequeña.

A principios de los 90s, Salinas de Gortari decide corregir el gran error, e inicia un audaz plan de reprivatización del sistema bancario. Pero lo que ahora Salinas tenía para ofrecer, era sólo las cenizas de lo que había sido el orgullo de la banca latinoamericana, en diez años en manos de los burócratas, la banca estaba destrozada. Sin embargo, los nuevos genios financieros---casa bolseros---quienes se habían llenado la cabeza de humo y los bolsillos de dinero en su amafiada relación con el gobierno para manipular los mercados, se lanzaron como kamikasis a la compra de los destrozados bancos pagando precios ridículos. Pero lo mas triste, los compraron sin dinero, a crédito, y los “capitalizaron” forzando a los potenciales clientes a firmar pagares de los mismos bancos para la famosa capitalización, es decir, la cuenta de capital de los bancos se correspondía con los pasivos de sus nuevos socios.

A mediados de los 90s el sistema bancario mexicano había renacido, pero había renacido como un adefesio, con miles y miles de problemas, deformaciones y defectos. En Diciembre de 1994 se toma la decisión de devaluar el peso enviando al país a una espiral de la cual todavía no sale. A lo largo y ancho de la nación miles y miles de negocios grandes y pequeños vieron sus préstamos duplicarse y triplicarse en unos cuantos meses con intereses que sobrepasaron el 100%. Los nuevos genios financieros---casa bolseros---entran en pánico, el cáncer oculto de la banca empieza a emerger con las primeras quiebras, de inmediato los “nuevos banqueros” empiezan solo a regresar los bancos ahora al gobierno Zedillista. Ante tal entorno, la banca mexicana navega en las borrascosas aguas de la quiebra. Nace de esa forma la herencia a nuestros hijos y nietos; el Fobaproa.

A nuestro estado Sonora, le ha afectado de una forma muy especial los dramáticos cambios en el entorno económico mundial de los últimos 15 años. Siendo un estado agropecuario, se cobijó por muchos años en las marañas estatistas establecidas por los revolucionarios en las administraciones de los ahora revividos prontosuarios. Ante la apertura comercial, el retiro del Estado de la mayoría de las actividades económicas, los malos gobiernos, una actitud de entrega al gobierno que no se le conocía al sonorense, pero sobre todo, la ausencia de una verdadera banca que apoye el desarrollo, ha dejado a nuestro Estado a la deriva, lo ha catapultado a una vergonzosa mediocridad que lo identifica ahora como la vergüenza del norte.

Ante la infinidad de problemas de Sonora, hay también infinidad de alternativas para salir de nuestro ostracismo. Sin embargo, yo en lo personal pienso que algo que el estado requiere con urgencia, es un banco regional, un banco sano, nuevo, sin los tumores de la banca heredada del gobierno y de los casa bolseros. Un banco de inversión que capte fuera e invierta dentro del Estado. La banca regional en Sonora siempre jugó un papel fundamental en el desarrollo del Estado, desde el famoso Banco de Sonora, pasando por el Banco del Pacífico, el Banco de Cananea, hasta el Banco Ganadero y Agrícola, la banca regional siempre estuvo a la vanguardia del desarrollo y progreso de la entidad.

Los empresarios mexicanos y sonorenses tienen que entender que la banca gubernamental poco a poco está desapareciendo. Es una banca amorfa, artificial, antimercado, es una banca politizada, corrupta. Las soluciones ahora son privadas, son de mercado. Nafinsa, Bancomext, Fira, Fonatur etc, van a desaparecer, como en los EU hace mucho la banca de promoción gubernamental ocupa solo lugares en los museos. En todos los países desarrollados, ahora las soluciones financieras están en los mercados internacionales de capital. En los EU el mercado de los bonos corporativos---bond market---representa el 140% del PIB de la nación, mientras que los créditos de la banca comercial solo representan el 50% de ese PIB. En México por otra parte, no existe el mercado de bonos o de capitales.

El sistema bancario que ahora está naciendo en México, tiene un gran tinte de elitismo, bancos grandes, internacionales, corporativos, fríos, que su mercado apetecido son las grandes empresas transnacionales. Es decir, como afirmaba Milken, “el capital estará disponible para los que menos lo necesitan.” Estos nuevos bancos multinacionales concentrarán sus operaciones en ciudades como México, Monterrey, Guadalajara, con grandes empresas, sofisticadas. La empresa regional, la mediana y pequeña ha quedado en la orfandad financiera, y una economía no se puede rehabilitar sin ese apoyo a la empresa regional. Como Milken lo hizo, se requiere ahora democratizar el capital disponible para México, no concentrarlo, hacerlo llegar a la mediana y pequeña empresa.          

Ahora, los tiempos han cambiado, no hay duda, tenemos nosotros también que cambiar. Sonora debería de establecer un nuevo banco pero con mira en los nuevos conceptos de la globalización de los mercados financieros. A nivel regional en nuestro Estado se debería de seguir el concepto de Mike Milken, de penetrar los mercados internacionales de capital a nombre de la mediana y pequeña empresa de Sonora. Un banco con pocas oficinas, con poco personal---pero muy calificado---un banco que capte sus recursos a través de emisiones de papel que se coloquen en los mercados mundiales, y esos recursos se invirtieran en el Estado. Un banco con un consejo de Administración integrado por hombres de la región, conocedores de los problemas del Estado. Con un equipo directivo que entienda el nuevo concepto de la nueva  revolución financiera mundial.

Si el empresario sonorense no se preocupa por encontrar las soluciones a sus problemas financieros, nadie más lo hará. Así como hace mas de 60 años el Grupo de ganaderos encabezados por Federico Valenzuela, Jesús Elias, Manuel P. Torres, Carlos Maldonado, Antonio Ancheta, se lanzaron a encontrar la solución y nacía el Banco Ganadero y Agrícola, en este nuevo milenio el empresario del Siglo XXI, tiene también que usar esa creatividad y audacia para encontrar la solución como esos temerarios viejos. Porque la alternativa de parte del gobierno definitivamente ya no existe. El Rey ha muerto, viva el mercado.

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