Tuesday, November 8, 2016

¿POR QUÉ NO HACER BANCA LARGA?



REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela
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            En diciembre de 1988, un hombre de baja estatura, inteligencia anormal y enorme resolución, asumía la presidencia de la república en medio de una de las crisis sexenales que, como penitencia, los mexicanos aceptábamos con esa resignación y docilidad exhibidas durante doscientos años. El ascenso del hombre pequeño, no sólo alimentaba el robusto escepticismo del vapuleado pueblo, sino infinidad de chistes acompañando nuestro auto flagelo y el popular “es el destino.” Sin embargo, unos días después estampaba claramente su firma cuando, en un acto sin precedentes y utilizando toda la fuerza del estado, arremetía contra uno de los cánceres del país; el sindicato de PEMEX, para enviar a su gansteril líder a prisión.


            En diciembre del 2000, un hombre de enorme estatura, nebulosa inteligencia y nula resolución, ante la algarabía de un pueblo embriagado de esperanza y la rabia de frustrados grupos políticos antagonistas, en un acto histórico era ungido con la banda presidencial. El mismo día de su coronación, sorprendiendo a propios y extraños, se dedica a promover una pasarela nacional del “grupo rebelde” EZLN la cual, plasmando el sello de su imberbe gestión, luego de casi pedirles perdón, eran elegantemente transportados hasta los salones del congreso nacional, en donde de nuevo emergía el enanismo mexicano en toda su magnitud.  

            En diciembre de 1988, el país se desmoronaba después de casi dos décadas en las que, la ineptitud, la corrupción, la falta de resolución, lo llevaran a un estado comatoso que lo desangraba. Pero el hombre pequeño utilizando ahora la fuerza del presidencialismo, se da a la tarea de primeros auxilios para detener la hemorragia y luego de estabilizar al enfermo, iniciar su recuperación. Cinco años después, los resultados eran tales que se bautizaba como el “milagro mexicano.” El día último de aquel 1993, el presidente de corta estatura celebraba la llegada del nuevo año y la evolución del enfermo, ya fuera de peligro. Un poco antes de la media noche, el estado mayor le hace llegar un parte en el cual, le informan del levantamiento del EZLN, lo que marcaba el inicio del plan de saboteo que llevara a México a un desconocido infierno y, a la destrucción de la obra Salinista.

            Hace unos días, a cinco años de la administración del presidente alto, el enanismo emerge de nuevo en uno más de esos actos de surrealismo que brotan por todo el territorio nacional. En un país en el cual los enmascarados, como El Santo y Blue Demon, todavía producen orgasmos sociales colectivos, nuestro Patton tepiteño, el subcomandante Marcos, en algo que se asemeja a una película de Fellini, provoca júbilo nacional del enanismo al notificar tener sus ejércitos en estado de alerta rojo, pues el mexicano, por dogma, cree, ama y venera las revoluciones. Porque el mexicano enano todavía se intoxica con el olor de la santidad revolucionaria que le enseñaron en primaria. Luego, esos elegidos y benditos con derecho a la gavilla revolucionaria, reafirman la limpieza de estos honorables movimientos, y sobre todo, los beneficios que les heredó el jugoso negocio de su propia revolución.

            Pero ahora nuestro militar de triunfos subliminales, acompaña su notificación con una larga misiva en la que, exhibiendo conocimiento de las mataduras escondidas en los lomos de los partidos, expone una realidad difícilmente rebatible. El único problema mí estimado mariscal sierreño, es que haga su Napoleónica arenga escondido tras la máscara. Porque me parece los hongos de la selva siguen provocando se considere un predestinado, cuando describe ese horrible valle de lagrimas para librar la sangrienta batalla. Pero nunca para el predestinado al que la borregada debe de llevar, o a su ventrílocuo, por el no lagrimado camino del poder. Porque ante el infierno de Dante descrito, pues hay que recordar el grito del Gral. Cota en la invasión de Normandia: “Señores, nos están matando en la playa. Avancemos tierra adentro para que nos maten en ella.”

            Este acontecimiento, es una clara señal de la feroz lucha que nos espera. Ante el desprecio del poder presidencial de parte de Fox, ya sin caponera, se inician eventos que harán lucir una bacanal de apaches mezcaleros sumergidos en zotol, como la primera comunión de una inocente muchachita. Tal vez sea este el momento de tomar en cuenta el consejo del jefe yaqui, Cajeme, quien al tener la oportunidad de ver la foto de Pancho Villa en el trono presidencial y Zapata por un lado expirando envidia, pregunta “¿Qué pelear estos hombres?” A lo que le responden: “por lo que pelean todos, para sentarse en esa silla.” Cajeme sabiamente revira preguntando “¿Entonces por qué no hacer banca larga pa caber todos?”

            Después de cinco años utilizando ese nuevo juguete—nuestra democracia, los mexicanos se preguntan ¿Ha valido la pena? ¿Era su ausencia realmente nuestro problema? Porque nuestra democracia suena y luce como lo que describía Cajeme. Y ¿Ora pa donde? ¿Hacia el chavismo democrático? Maldito león que soltó……. ¿Madero? O tal vez Fox.

            Pregunta Mansueti: ¿Tiene conjugación el término democracia liberal? Si por democracia entendemos el excluir las vías violentas, por supuesto. Pero al abrir el diccionario surgen las dificultades. En América Latina, las izquierdas han pervertido el concepto hasta hacerlo equivaler solamente como sufragio universal obligatorio y eso, no rima con liberalismo. Pero además, en el caso de México se ha pervertido el estado de derecho, por la cobardía oficial frente a los machetes y las manadas de perredistas enyerbados. Si combinamos ambas deformaciones, las izquierdas han convertido la democracia en un filoso machete de dominación política, tiranía y redistribución. Camino directo hacía la servidumbre del socialismo. La famosa plebecracia de Jefferson o la tiranía de las masas.

            En México, donde los mercados siguen atados produciendo una economía alfeñique, combinada con el voto popular, universal, ilimitado y revolucionario, nos lleva de la mano hacía la ruta de la servidumbre. Las últimas elecciones en España tuvieron la participación de un votante muy efectivo, Osama Bin Laden. Nos encontramos ahora ante la posibilidad de que, un incógnito enmascarado gritando desde la barrera, decida la nuestra y así, mostrarnos lo que verdaderamente quiso explicar Jefferson cuando acuñó el Término: Plebecracia. Ah que Cajeme ¿Dónde andas?

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