¿DÓNDE ESTA EL SHERIFF DEL MUNDO?

REFLEXIONES LIBERTARIAS

Ricardo Valenzuela

  

Ante la tragedia que abraza al pueblo americano, las manifestaciones de solidaridad no se han hecho esperar prácticamente de todo el mundo. Ante eventos de esa naturaleza desaparecen ideologías, razas, partidos políticos, diferencias etc., para darle paso a la decencia, a la compasión, al espíritu de unidad de todos los seres humanos bien nacidos del mundo.

Los que nacimos después de la segunda Guerra Mundial, hemos observado por primera vez el lado más negro de la humanidad. El gran historiador Arnold Tounbee explica porqué algunas culturas prosperan y progresan y otras no. Todos los pueblos en alguna época de su historia han tenido que enfrentar retos; y es la capacidad de su cultura lo que determina su éxito o fracaso al enfrentarlos. Si su capacidad es positiva triunfan, si es negativa, se hunden en la profundidad de sus fracasos.

Sin embargo, ante este infierno de Dante que ya no hay duda ha sido provocado por fanáticos del Islam, no es la cultura americana la que tiene que pasar esta prueba, no, la sociedad americana ya ha demostrado en muchas ocasiones la fortaleza de sus cimientos, la grandeza de su resolución y el temple de su cultura. Es la cultura del Islam la que ahora tiene esa prueba. El reto de ellos no es externo, es uno que ellos han creado y clavado en lo más hondo de sus seres. Es el djinn, el genio diabólico que habita el alma de los árabes. En lengua árabe es al-Hasad; el demonio de la envidia.

El escritor Jack Wheeler afirmó hace años: “El Islam se ha convertido en una religión atrapada y sin salida, destruida por el gran veneno del Siglo XX; la envidia. El comunismo marxista ha sido siempre alimentado por esa envidia de clases en contra de la “burguesía explotadora.” El Nazismo fue alimentado por envidia racista en contra de los “judíos ricos explotadores.” Ahora la cultura del Islam es alimentada por el odio y envidia hacia el oeste rico e imperialista.” Pero, ¿cuál es la fuente de esa envidia.? La impotencia. El odio alimentado por el éxito de otros y su impotencia para lograr resultados similares; entonces el objetivo se establece en destruir aquello que ellos no pueden lograr por sí mismos. 

Lo más inexplicable es que la envidia es algo condenado por la religión islámica. Para los musulmanes envidia es haram, un comportamiento claramente prohibido por al profeta Mohammed e incrustado en el Corán cuando dice: “Libérate de envida, porque te corroe el corazón y no permite que lleves a cabo buenas acciones; te consume así como el fuego consume un trozo de madera.” Árabes y Judíos afirman ser descendientes del mismo tronco; uno de los hijos de Abraham; Isaac, engendró a los Judíos. El otro; Ismael, engendró a los Árabes. Una de las tribus permaneció inmóvil, la otra fue por el mundo creando y trabajando para regresar con gran riqueza, extensa cultura y logros sin antecedentes en la historia—procediendo a crear un nuevo país; Israel, y refregar su éxito en el rostro de los Árabes.

Esto ha provocado en los árabes una envidia corrosiva y un masoquismo insano. Este tipo de envidia no es solo provoca el odio hacia alguien que tiene lo que ellos no tienen---sino la actitud de destruirse solamente para destruir así el objeto de su odio y de su envidia. La dimensión de esta envidia enfermiza va mas allá de un acto de locura criminal, llega a la región de lo diabólico y monstruoso. Esto es el envenenamiento del alma de los árabes, y hasta que no arrojen de lo más profundo de su ser el Djinn del al-Hasad, el demonio de la envidia, nunca podrá haber paz en el mundo.

Lo ocurrido esta semana en las ciudades de Nueva York y Washington, nos debe de provocar una profunda reflexión. ¿Qué ha sucedido con las religiones del mundo.? ¿Que pensar cuando vemos que nuestros Ayatolas representados por Samuel Ruiz y su teología de la liberación, nos producen nuestro Bin Laden en la selva de Chiapas.? Cuando sabemos que en la mayoría de los movimientos guerrilleros de América Latina hay rastros que nos llevan a los conventos de los Jesuitas. “La teología de la liberación subraya el aspecto conflictual del proceso económico, social y político que enfrenta a pueblos oprimidos a clases opresoras. Cuando la iglesia rechaza la lucha de clases se sitúa como pieza del sistema dominante.” Los representantes del Dios universal en la tierra toman partido por unos en contra de otros. Los agentes del Dios de la paz, llaman a la guerra.

Memos confidenciales de las reuniones del gabinete de seguridad del presidente Bush se han filtrado y rezan: “No importa quien fue el autor intelectual de este acto de barbarie. No se requiere siquiera evidencia conclusiva. Debemos lanzar un ataque mortal en contra de todo esa red de terrorismo. Osama Bin Laden, Hamas, Hezbollah, el PLO, el Jihad islámico, y toda organización, estado o nación que haya estado involucrado o promovido actos de terrorismo---hayan tenido que ver o no con los eventos del 11 de Septiembre---debemos desaparecerlos de la faz de la tierra.” Esta es una guerra a muerte. Esto no ha sido una elección de los EU, han sido atacados y ahora enfrentan un enemigo tan diabólico como el Nazismo o el Comunismo.

El enemigo es Jihad o la guerra santa que la envidia de algunos musulmanes dirigen hacia la civilización occidental. La respuesta de los EU es guerra a muerte. La otra alternativa que tienen los musulmanes, es ellos mismos deshacerse de esa enfermedad moral, el cáncer de la envidia. Esa respuesta ya tuvo su inicio durante la primera parte del Siglo XX por algunos musulmanes intelectuales en Asia Central. Fue llamado Jadidism advocando un nuevo y más flexible Islam. Esos Jadidisits promovían un Islam más acorde al mundo moderno en donde realmente se pudiera incrustar en la nueva civilización en paz y en cooperación. Trágicamente fueron eliminados por la Unión Soviética en 1920. Es hora de su resurrección.

El pasado 11 de Septiembre el mundo cambió para siempre. Ese cobarde ataque no fue solo contra los EU; fue contra el mundo entero. En las torres gemelas perecieron ciudadanos de mas de 100 países incluyendo mexicanos, ingleses, españoles, rusos, franceses etc. El mundo entero debe tener una actitud similar a la del gobierno de los EU. Guerra a lo demoníaco y diabólico.

Finalmente solo tengo unas preguntas. ¿Qué sucederá en la próxima convención de terroristas que promueva nuestro Bin Laden chiapaneco.? ¿Se les organizará otra pasarela nacional.? ¿Les caerá una invasión de “marines” especialistas en  search and destroy.? Ya sabemos que en Chiapas hay terroristas del IRA, de ETA, y porque no; tal vez del Jihad. Y la más importante. ¿Dónde está el sheriff del mundo; El juececito español Baltasar Garzón que produce ordenes de arresto contra criminales internacionales a velocidades increíbles.? ¿Porqué no ha producido las ordenes de arresto contra estos demonios del Siglo XXI.?